Volvo anunció hace varios meses la puesta en marcha de un proyecto pionero en el mundo para la
implantación de 100 Volvo XC90 autónomos en la ciudad de Gotemburgo para 2017. Hoy, y tras anunciarse durante el
CES 2016, hemos conocido uno de los puntos clave sobre este ambicioso plan de Volvo.
El cerebro detrás de la inteligencia artificial que permitirá la circulación de 100 coches autónomos en condiciones de tráfico real será fabricado por Nvidia, una de las las firmas líder en electrónico y componentes para informática. Así es el
Nvidia Drive PX2, la tecnología detrás de la conducción autónoma.
El sistema
Nvidia Drive PX2 es uno de los chipsets más avanzados del momento que permite realizar
24 trillones de operaciones de algoritmos de aprendizaje profundo por segundo, el equivalente a la potencia alcanzada por 150 ordenadores MacBook Pro. Hablamos entonces de una capacidad de procesamiento muy superior a cualquier sistema disponible en el mercado, y es que ese es precisamente el objetivo del desarrollo de Nvidia para dar capacidad suficiente al coche autónomo para analizar y gestionar toda la información generada por los sensores de un vehículo de este tipo: GPS, sensores de proximidad, radar, cámaras de vídeo...
La carrera de Volvo para poner en circulación 100 coches autónomos para 2017 puede parecer una locura, pero viendo como se van sucediendo acontecimientos hacia esa dirección, parece que las ambiciones de Volvo tienen su explicación. El
acuerdo entre Volvo y Nvidia pretende hacer realidad el
compromiso de Volvo de evitar que cualquiera de sus coches se vea implicado en un accidente en el año 2020, una meta que cada vez tenemos más claro que será posible gracias a las posibilidades del coche autónomo.