La revolucionaria tecnología de Bose podría llegar a las calles muy pronto
Tras adquirir los derechos de la tecnología de Bose, ClearMotion tiene ya listo los primeros prototipos del sistema que pretende llevar a las calles
Todavía hoy nos sigue fascinándo lo que consiguió Bose al desarrollar su propia tecnología de suspensión. Aunque aquella idea revolucionaria no pudo llegar a las calles en su momento, ahora sí que estamos muy cerca de ese momento gracias a ClearMotion. Tras adquirir las patentes en 2017, ClearMotion ya tiene listos los primeros prototipos basados en la suspensión mágica de Bose, confirmando contactos y algún que otro acuerdo para que esta tecnología llegue pronto a nuestros coches. Descubramos cómo han conseguido hacer viable la idea.
Quién lo probó por aquel entonces no tenía dudas, el sistema de suspensión de Bose era perfecto en todo salvo en dos cosas: peso y dinero. El sistema ofrecía una capacidad de trabajo imposible de igualar por ninguna suspensión equivalente de la época, es más, ni siquiera las más modernas han sido capaces de ofrecer un desempeño similar. Sin embargo lastraba un enorme peso en cada rueda, un peso crítico al tratarse además de una masa no suspendida, además de unos coste muy elevados que convertían a la tecnología en una apuesta inviable para los fabricantes.
Con todo ello, Bose amntuvo las patentes de la tecnología a la espera de que con el paso del tiempo alguien llegara para revisar la idea. De este modo, en 2017 apareció la startup ClearMotion para ponerse manos a la obra y actualizar la idea de Bose gracias los avances logrados en este tiempo. Aunque el concepto se ha mantenido al emplear un sistema de amortiguación magnética capaz de adaptar dureza, compresión y extensión del amortiguador, el sistema poco o nada tiene que ver con el diseño original de Bose.
ClearMotion ha confirmado la colaboración con Qualcomm y Bridgestone para desarrollar el nuevo sistema Activalve, un módulo que hace las veces de cerebro central para cada amortiguador y en donde se producen todos los cambios para el ajuste del amortiguador en tiempo real. Este nuevo sistema permite que el sistema pueda ser acoplado junto a un diseño de amortiguador convencional, lo que permitiría a los fabricantes una muy fácil adaptación, así como la compatibilidad con diferentes esquemas de suspensión.
El secreto de la tecnología Activalve estaría en una centralita de control que interconectaría los cuatro amortiguadores para, mediante el uso un mapa global de carreteras, adaptar el funcionamiento de cada amortiguador. Con la tecnología ya en pruebas en diferentes modelos, el siguiente paso de ClearMotion es crear esa base de datos global sobre carreteras, su estado, etc. para contar con una base de datos que permita al sistema adaptar al milímetro el trabajo de cada amortiguador. Cada amortiguador en funcionamiento no sólo sería una fuente de datos sobre el estado de las carreteras, sino que además se beneficiaría de los datos generados por otros coches que empleen el mismo sistema.