El
Audi A5 es un modelo derivado del A4 de anterior generación que está viviendo sus últimos meses en su variante actual. Se puede adquirir en tres carrocerías diferentes: coupé, cabrio y cinco puertas denominado Sportback. De diseño más deportivo y estilizado que el A4,
el Audi A5 es un modelo que levanta muchas pasiones entre los que buscan un vehículo de tamaño medio con cierto carácter dinámico. El Sportback añade la versatilidad del portón posterior y un maletero con 480 litros muy aprovechable.
Tanto el coupé como el descapotable tienen unas plazas posteriores algo justas pero la capacidad de maletero se mantiene en niveles aceptables respecto a sus rivales directos,
con 455 y 380 litros respectivamente. Se ofrece en opción el respaldo posterior abatible que permite aumentar la capacidad de carga. La calidad de realización es muy buena, con plásticos muy agradables a la vista y de tacto acolchado.
A pesar de ello ya se le nota el paso del tiempo, viéndose superado en presentación por otros productos similares como los Mercedes Clase C Coupé o la familia completa del BMW Serie 4.
Las posibilidades de equipamiento están a muy buen nivel,
pudiendo contar con control de crucero adaptativo, ópticas bi-xenón direccionales, alerta de cambio de carril, detector de objetos en ángulo muerto, suspensión adaptativa, acceso y arranque sin llave, distintos tapizados, techo solar eléctrico, asientos con ventilación, detector de fatiga, etc. La conectividad está garantizada con los sistemas multimedia
con pantalla de 6,5 pulgadas con Mirror Link, acceso a internet y a aplicaciones, bluetooth, control por voz, cámara de visión posterior y lector de tarjetas SD.
La oferta mecánica es realmente amplia, además de
ofrecer varias cajas de cambio y el sistema de tracción total Quattro en opción para algunas motorizaciones. En gasolina la familia arranca con el
1.8 TFSI que desarrolla 177 CV de potencia. Puede ir asociado al cambio manual de seis velocidades o al
automático Multitronic con ocho velocidades. Como opción intermedia está el
2.0 TFSI que desarrolla una potencia de 230 CV. Pueden tener cambio manual, automático o de doble embrague S-Tronic, y tracción delantera o total. La variante más potente recurre al
motor 3.0 TFSI con 272 CV y sólo se combina con la tracción total y la caja S-Tronic. Los que busquen algo más podrán optar por los
Audi S5 y RS5, dos auténticas bestias con motores que alcanzan los
333 y 450 CV respectivamente, además de lucir estéticas diferenciadas muy atractivas. En diésel la gama arranca con el
2.0 TDI ofertado en tres potencias: 150, 163 y 190 CV. Dependiendo del elegido podrá ir asociado a la
caja manual de seis velocidades, al Multitronic o al S-Tronic, además de con tracción delantera o
bien la total Quattro. En su versión con 163 CV es la que menos gasta, con una cifra media de 4,3 L/100. Por último para los que busquen un
Audi A5 TDI de altas prestaciones podrán elegir el 3.0 TDI con 218 y 245 CV de potencia. Ambos están ligados con la tracción Quattro y el cambio S-Tronic, dos elementos que terminan elevando el precio de entrada de manera significativa.