El BMW Serie 4 es la versión con carrocería del anterior deportivo Serie 3, que la empresa Bávara lanzó al mercado en el año 2013 y del que comparte buena parte de la mecánica e interior con su predecesor, aunque con un diseño muy distinto. Y aunque la casa de Múnich mantiene la decisión tomada hace años de convertirse en referencia de segmentos que le eran ajenos, como el de los todoterrenos, compactos, coches eléctricos e híbridos y monovolúmenes, destaca el proceso de diversificación de carrocerías que ha llevado a cabo en los modelos serie 3 y 4 con sus berlinas medias de corte deportivo.
El BMW serie 4 se presentó al público por primera vez en un prototipo en el Salón del Automóvil de Detroit en 2013, para estrenarse su versión de producción en Frankfurt durante el mismo año. Tiene motor delantero longitudinal, tracción trasera o a las cuatro ruedas, y carrocerías cupé, descapotable y liftback. El Serie 4 se fabricó para competir con alguno de sus principales rivales, entre los que se encuentran el Mercedes-Benz Clase C, el Audi A5 y el Infiniti Q60. El BMW Serie 4 se puede encontrar tanto en versión Diesel, de 184 a 313 CV, como en gasolina, de 184 a 431 CV, y cuya variante de 413 CV se denomina M4.
El BMW Serie 4 Cupé tiene cuatro plazas aprovechables por adultos que resultan más cómodos en relación a un BMW Serie 6 Cupé. Sin embargo, el punto desfavorable es la altura que ofrecen dichas plazas. Con un volumen del maletero de 445 litros, el Serie 4 presenta muchos elementos comunes en relación a su predecesor el Serie 3, al que reemplaza, sobre todo a nivel mecánico e interior, pese a que el modelo actual gana en estabilidad y control en el paso de la curva. Sin duda, la principal diferencia con el Serie 3 se encuentra en su carrocería, que presenta un gran cambio en relación a la línea de carrocerías pasadas.