El
BMW Serie 5 es una berlina de tamaño grande que se ofrece en tres configuraciones distintas de carrocería. El más clásico es el sedán de cuatro puertas con sus tres volúmenes bien diferenciados mientras que
el Touring es la opción ideal para los que buscan un familiar de elegante presencia y buena capacidad de carga. La tercera opción recibe el apellido GT, y cuenta con un diseño específico, cinco puertas y un interior muy amplio. Como todos los BMW,
el Serie 5 tiene un aspecto muy cuidado que transmite dinamismo y elegancia. Dependiendo de la línea de equipamiento elegida y las opciones pueden tener un enfoque más burgués, más deportivo o una combinación de ambas, siendo el extremo más radical el explosivo M5.
En el interior la calidad de los acabados son excelentes, tanto por los cuidados ajustes como los materiales empleados (en su gran mayoría acolchados muy agradables al tacto). Se puede personalizar al gusto con distintas molduras en madera, aluminio o negro brillante, tapizado en piel nappa, alcántara, etc. El espacio disponible es correcto para su categoría pero no es el más habitable.
Por la configuración de las plazas traseras y el voluminoso túnel de transmisión en la zona de los pies, serán sólo dos los adultos que viajen cómodos. Un tercer pasajero llevará una postura más forzada. La capacidad de maletero es correcta, partiendo de los 520 litros en la carrocería berlina.
La dotación disponible puede ser muy amplia. Entre los elementos más importantes pueden equipar detector de objetos en ángulo muerto,
control de velocidad adaptativo, alerta de cambio de carril, sistema de visión cenital, asistente al aparcamiento, techo solar eléctrico, asientos eléctricos y ventilados, Head Up Display, faros con tecnología LED, suspensión pilotada, etc. La oferta mecánica es muy amplia y variada tanto en gasolina como en diésel, además de un híbrido.
La opción más asequible de la gama es el 518d que con sus 150 CV es un “básico” muy interesante por prestaciones y consumos
. A pesar de esto es el 520d con 190 CV el más equilibrado de todos. Otra alternativa muy atractiva es el
525d con 218 CV que cierra el grupo de bloques diésel con cuatro cilindros.
Con seis están los
530d con 258 CV, 535d con 313 CV y, para los que lo quieren todo, el explosivo
M50d con nada menos que 381 CV de potencia y un estética personalizada muy “M”. Como en las versiones citadas más arriba el sistema Stop&Start es de serie y permite reducir los consumos en ciclo urbano. En gasolina la versión más sencilla es la
denominada 520i con 184 CV de potencia. Por encima están los
528i con 245 CV también con sus cuatro cilindros y unas prestaciones excelentes. En seis cilindros se pueden elegir los
535i con 306 CV y 550i con 449 CV, dejando al M5 el papel protagonista en cuanto a prestaciones con sus 560 CV de potencia. Dependiendo del motor elegido podrán ir combinados a una transmisión manual con seis velocidades o
bien una automática con ocho relaciones de excelente funcionamiento. En este último caso hay posibilidad de pedirla con levas tras el volante.
A todo esto hay que añadir la opción de la tracción total xDrive que aumenta la capacidad motriz en condiciones de adherencia limitada.