El
Citroën C5 es una de las berlinas medias más veteranas comercializadas en el mercado español. Llegó al mercado en 2007 y desde entonces sólo ha recibido un par de rediseños muy ligeros que apenas han alterado su imagen. Se ofrece con carrocería sedán de cuatro puertas y familiar muy capaz denominada Tourer. De corte clásico y con tres volúmenes muy marcados, el C5 es una de las alternativas más elegantes de su categoría
. El uso de muchos elementos cromados junto a unas llantas de aleación de gran tamaño consiguen añadir un toque dinámico al conjunto que le sienta muy bien aunque es justo decir que ya se pesan los años, especialmente al compararlo con productos más modernos.
En el interior la calidad de realización está a buen nivel pero se nota que pertenece a una etapa anterior en la marca. Incluye por ejemplo
un volante con la parte central fija repleta de botones que no son muy cómodos de accionar. En la consola central también
hay muchos mandos que pueden confundir al conductor al tener un tamaño bastante reducido.
Las posibilidades de equipamiento son correctas aunque no destaca frente a rivales como el Opel Insignia o el nuevo Renault Talisman. Pueden tener climatizador automático, asientos delanteros con masaje y regulación eléctrica, techo solar, ordenador de viaje, control de crucero, faros de xenón, portón automático y asistente al aparcamiento.
Se echan de menos ciertos elementos como la alerta de cambio de carril involuntario, lector de señales de tráfico,
alerta de objetos en ángulo muerto y Head Up Display, sí disponibles incluso en los DS5. Lo que diferencia al C5 del resto de rivales es su
suspensión neumática con varias regulaciones y con la que es uno de los modelos más cómodos del mercado. Los interesados en la carrocería familiar pueden elegir por una edición denominada
Cross Tour que intenta acercar su estética al mundo de los crossovers, añadiendo molduras plásticas decorativas en los pasos de rueda, protector de bajos y una suspensión ligeramente sobre-elevada
. A pesar de todo esto mantiene el sistema de tracción al eje delantero.
La oferta de motores se ha reducido notablemente en las últimas actualizaciones y sólo puede adquirirse con mecánicas diésel. El más pequeño es el
2.0 BlueHDI con 150 CV con el que logra una excelente relación prestaciones-consumos. Declara un gasto de
sólo 4,0 L/100 y es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 9,4 segundos. Sólo se comercializa con cambio manual de seis velocidades. Los que quieran una opción más potente podrán elegir
el 2.0 BlueHDI con 180 CV que va ligado siempre al cambio automático con convertidor de par y seis relaciones. El consumo medio en este caso es de 4,4 L/100 y la aceleración de 0 a 100 km/h la realiza en 8,7 segundos, siendo ligeramente más rápido que el 150 CV.