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Ford S-Max es uno de los monovolúmenes grandes más populares del mercado europeo gracias a un diseño más deportivo de lo habitual. En su segunda generación se fabrica en España para todo el mundo y se ofrece en versiones cinco o siete plazas. Lanzado al mercado en la primavera del 2015,
la segunda entrega del S-Max da un salto cualitativo importante en todos los aspectos respecto a su predecesor, siendo más equilibrado que antes y atractivo. Estéticamente sigue las pautas de estilo ya conocidas en los últimos productos de la firma del óvalo
, dando total protagonismo a la parrilla central que puede recordar un poco a los “Aston Martin”. Dependiendo del acabado elegido pueden
tener llantas de aleación de hasta 19 pulgadas que aligeran la vista la lateral.
En el interior se ha mejorado notablemente la presentación, con un diseño más ergonómico.
Los materiales usados para recubrir las zonas superiores son acolchados y muy agradables al tacto mientras que los que no están tan a la vista son rígidos pero de buen aspecto. Los ajustes entre piezas están a buen nivel. La conectividad en el S-Max está garantizada con los últimos sistemas
multimedia de Ford que incluyen acceso a internet y a aplicaciones, radio DAB, bluetooth, control por voz, lector de mensajes de texto,
sistema de llamada de emergencia y, si se desea, también el control de la cámara de visión posterior.
Las posibilidades de equipamiento son realmente amplias, pudiendo contar con lector de señales de tráfico, alerta de cambio de carril involuntario,
detector de objetos en ángulo muerto, control de velocidad adaptativo, ópticas LED, techo de cristal, climatizador automático independiente y sistema de acceso/arranque sin llave entre otras cosas. En el momento de escribir estas líneas el S-Max se comercializa en España en los acabados
Trend y Titanium. Desde el más básico ya incluyen una rica dotación, si bien la opción más interesante es la Titanium que no requiere de elementos opcionales para lograr un producto muy completo.
La oferta de motores es otro de las virtudes del S-Max, con opciones para todos los gustos. En gasolina arranca con el
1.5 Ecoboost de 160 CV que se combina con una caja de cambios manual de seis velocidades. Como opción más prestaciones está el
2.0 Ecoboost con 240 CV que sólo se vende asociado a la caja automática. En diésel la gama arranca con el motor
2.0 TDCI con 120 CV que quizás puede quedarse algo corto si se aprovechan las posibilidades de carga. Mejor opción es el
2.0 TDCI con 150 CV que combina unas estupendas prestaciones con unos consumos igualmente aquilatados. Está
disponible con cambio manual o Powershift, y con
tracción delantera o total, esta última novedad en la gama. Para los que valoren un rodar muy holgado y potencia de sobra,
están los 2.0 TDCI con 180 CV y 2.0 TDCI Bi-Turbo con 210 CV. El primero se puede pedir con cambio o de doble embrague y con tracción delantera o total mientras que el segundo sólo va ligado al cambio Powershift y a la tracción a un solo eje.