El Mercedes GLC es uno de los productos más completos del fabricante alemán y se sitúa en un acertado escalón intermedio dentro de la gama de todoterrenos entre los GLA y GLE. Con
4,66 metros de longitud, es el sucesor natural del poco exitoso GLK.
Al menos en una primera fase comercial todos los GLC están equipados con tracción total 4Matic y un cambio automático de última generación con nueve velocidades y posibilidad de manejo secuencial. Se pueden elegir dos motores diésel, uno de gasolina y un híbrido enchufable aunque más adelante llegarán nuevas alternativas. El escalón básico en diésel recibe la denominación
GLC 220d y está equipado con un motor de
2,2 litros con 170 CV de potencia. Destaca por su bajo consumo medio declarado de 5,0 L/100 y unas emisiones de 129 g/km de CO2. En un escalón superior se encuentra
el GLC 250d con un bloque derivado del anterior pero que desarrolla 204 CV de potencia. El consumo es idéntico al de su hermano menor.
En gasolina se ofrece un único bloque con dos litros que da vida al
GLC 250.
Desarrolla 211 CV y tiene sobrealimentación. Es un motor ya conocido por ir montado sobre otros muchos modelos como los Clase A, Clase B, Clase C, GLA, CLA e incluso el Infiniti Q30.
La variante híbrida toma la denominación GLC 350e. Combina el mismo motor 2.0T con 211 CV con otro eléctrico que desarrolla 116 CV, con una potencia total del conjunto
de 320 CV. Puede
recorrer en modo eléctrico unos 34 km y declara un consumo medio muy bajo de sólo 2,6 L/100. En una segunda etapa comercial deberían completar la gama los
GLC 350 de gasolina con 306 CV y sus agradables seis cilindros, y las versiones deportivas
Mercedes-AMG con motor V8 Biturbo. En diésel se sumará una versión
GLC 350d con 258 CV de potencia.
Entre las virtudes del
GLC están su excelente comportamiento dinámico, una calidad de rodadura soberbia y una presentación interior que nada tiene que ver con su predecesor el GLK. Por espacio también está en un buen término medio,
con cinco plazas amplias y un
maletero con 580 litros en todas las versiones salvo las híbridas, que reducen el volumen hasta los 350 litros por culpa de la batería. Las posibilidades de equipamiento están a muy buen nivel, pudiendo incluir
asientos térmicos y ventilados, un enorme techo solar panorámico con la parte delantera deslizante, control de crucero adaptativo, detector de peatones
, alerta de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás, alerta de cambio de carril involuntario, sistema pre-colisión y una
amplia variedad de tapizados, llantas y elementos de personalización.
Independientemente de la motorización elegida,
todos los GLC incluyen en el mercado español los faros LED, climatizador automático de dos zonas, freno de mano eléctrico, sensor de lluvia, encendido automático de luces,
arranque por botón, sistema de sonido con pantalla de siete pulgadas, bluetooth, puerto USB y llantas de aleación de 18 pulgadas. Por tiempo limitado se ofrece
una serie especial denominada Edition1 que destaca por rico equipamiento de serie pero que viene aparejado de
un coste adicional muy elevado. Salvo que se quiera tener prácticamente de todo, es mejor configurarlo al gusto.