El Nissan Note originariamente era el representante del fabricante japonés en el segmento de los MPV pequeños. Con la segunda generación el concepto varió ligeramente, acercándose más a la estética convencional de los polivalentes pero sin perder en capacidad de carga y amplitud. Exteriormente el Note
es un vehículo de diseño agradable y discreto. Dependiendo de la opción elegida podrá ir equipado con detalles cromados, llantas de aleación bicolor e incluso con
un paquete aerodinámico que añade faldones laterales, extensores de paragolpes y un pequeño alerón trasero. En el interior la calidad de
los acabados está a buen nivel aunque la mayoría de los plásticos usados son rígidos. La disposición de todos los mandos es correcta y quedan cerca de la mano, algo que agradecerán los usuarios.
La conectividad está garantizada gracias a los sistemas
Nissan Connect con pantalla táctil de hasta 5,8 pulgadas que pueden incluir el sistema de navegación, acceso a internet, función Google-Send-to-Car, puerto USB, bluetooth e incluso un novedoso sistema de visión 360º con el que controlar las cuatro esquinas del vehículo.
Lo malo es que la pantalla es algo pequeña para ver todo con claridad. Otros detalles de equipamiento destacables son
la alerta de cambio de carril y el sistema pre-colisión, poco habituales en el segmento. Por supuesto no faltan elementos como el climatizador automático,
sensor de lluvia, encendido automático de luces, cuatro elevalunas eléctricos
, sistema de acceso sin llave, arranque por botón o el control de velocidad.
La habitabilidad posterior es uno de sus puntos fuertes
, con mucho espacio para las piernas y una cota de altura más que suficiente para adultos de estatura elevada. En las plazas delanteras también hay centímetros suficientes para garantizar el confort de los dos pasajeros.
La capacidad de maletero parte de 325 litros pero se puede modificar deslizando la banqueta posterior hacía adelante. La gama de motores es quizás lo peor del Note al ser excesivamente limitada.
En gasolina arranca con un discreto 1.2i con 80 CV que se sitúa como la alternativa más urbana de todas. No destaca por prestaciones pero tampoco gasta mucho, con
una cifra media combinada de 4,7 L/100. En un escalón superior está
el 1.2 DIG-S con 98 CV de potencia que tiene una respuesta más contundente y mueve con soltura el ligero peso del Note. Es un motor que no gasta mucho, incluye sistema Stop&Start como todos y
se combina con una caja manual o bien una automática de tipo CVT. Por último la familia se completa
con un diésel 1.5 dCi con 90 CV asociado a la caja manual de cinco velocidades. Es la variante más frugal de la gama con un consumo medio declarado de sólo
3,5 L/100.