Centímetros Cúbicos
Opel Cabrio: Belleza muy exclusiva
Tras una época en la que los descapotables con techo duro estaban de moda, el segmento de los cabrios ha vuelto a la normalidad. La crisis económica y el cambio en los gustos de los consumidores ha provocado que muchos de aquellos 'CC' no hayan tenido un sucesor directo. Entre los fabricantes generalistas, Opel es de las pocas que ofrece en la actualidad un descapotable en su oferta. Se trata del Cabrio, una opción con cuatro plazas bastante holgadas que disfruta de una línea esbelta muy atractiva. En otros países se denomina Cascada pero para evitar malos entendidos se ha bautizado como Cabrio en los países hispanoparlantes.
A medio camino entre un Astra y un Insignia, para el desarrollo del Cabrio los ingenieros de Opel tomaron elementos de ambos vehículos. Tiene una longitud de 4,7 metros y entre sus virtudes está su impactante diseño cargado de dinamismo y elegancia. El único “pero” importante es que se parece demasiado al Astra de anterior generación en su frontal, restándole cierto caché al conjunto. Si el anterior descapotable de cuatro plazas de Opel hacía uso de un techo duro retráctil de tres piezas, para el Cabrio se ha regresado a la clásica lona plegable. Tiene varias capas para asegurar un buen aislamiento en el interior mientras que su manejo totalmente eléctrico lo capota o descapota en muy pocos segundos. Se puede accionar en marcha siempre que no se superen los 50 km/h. El empleo de una capota de lona tiene muchas ventajas en este tipo de vehículos. Por ejemplo el maletero conserva un volumen razonable incluso con el techo guardado, oscilando entre los 280 y 380 litros de capacidad. Esto se consigue al no necesitar esconder varias piezas metálicas inflexibles. En el interior el salpicadero es igual al del Astra de anterior generación. Esto es positivo en todo lo relativo a la terminación y calidad de acabados, conservando también todo lo negativo como el excesivo uso de botones de pequeño tamaño en la consola central que no resultan especialmente intuitivos. Las posibilidades de equipamiento del Cabrio son amplias. Pueden tener asistente al aparcamiento con sensores delanteros y traseros, faros bi-xenón direccionales, lector de señales de tráfico, volante y asientos calefactables, tapizado en piel, asientos eléctricos, sistema de arranque y acceso sin llave, alerta de cambio de carril involuntario, cambio automático de luces cortas/largas, aviso pre-colisión y asientos con ventilación. La conectividad está asegurada con los sistemas Opel IntelliLink con pantalla de siete pulgadas. Tienen acceso a internet, a aplicaciones e incluso llamada de emergencia en caso de accidente o avería, un servicio que en Opel denominan OnStar. Otras funciones son la cámara posterior, bluetooth, radio DAB y USB. La gama de motores arranca con el 1.4 Turbo de gasolina ya conocido en otros modelos de la marca. Desarrolla 140 CV de potencia y se combina con una caja manual de seis velocidades. Es una opción básica interesante aunque no hace del Opel Cabrio un coche rápido y eficiente. En un escalón superior está el moderno 1.6 SIDI con 170 CV en combinación con una caja automática de seis velocidades. Destaca por su refinamiento y silencio de marcha pero igualmente no es un vehículo rápido. Por encima está el 1.6 SIDI con 200 CV con cambio manual que sí desarrolla unas prestaciones más que notables. La única alternativa diésel ha estrenado en la primavera de 2015 un nuevo 2.0 CDTI con 170 CV mucho más refinado y silencioso que el anterior con 165 CV. Es la variante que menos consume de la gama, con una cifra media de 4,9 L/100. Sólo se puede adquirir en combinación con una caja manual de seis velocidades.