El
Subaru BRZ es un coupé de cuatro plazas desarrollado en colaboración con Toyota. Prácticamente igual en su exterior al
GT86 de la otra firma japonesa, sin embargo tiene cambios importantes en la puesta a punto que marca las distancias entre ambos.
Estéticamente el BRZ es un automóvil de muy limpio en sus trazos y atractivo, destilando deportividad por los cuatro costados. En España se comercializan sólo niveles de terminación completos por lo que la imagen está muy cuidada con detalles específicos y el uso de llantas de aleación de generoso tamaño.
En el interior la calidad de realización es correcta, haciendo uso de plásticos acolchados en las zonas superiores y otros de inferior calidad en aquellas más escondidas.
Como buen japonés la terminación y los ajustes están a muy buen nivel.La sensación de amplitud en las plazas delanteras es buena, con cotas más que aceptables en todas las direcciones. No te sientes encajonado aunque lógicamente la postura de conducción es baja.
Todos los mandos principales se alcanzan bien y los asientos destacan por su gran sujeción lateral.
En las plazas posteriores sin embargo no hay demasiado hueco para las piernas y la caída del techo condiciona el espacio para la cabeza. A esto hay que sumar un ancho limitado por la forma muy marcado de los dos únicos asientos.
En cuanto al maletero, es pequeño y sus 243 litros están al nivel de algunos urbanos. Las posibilidades de equipamiento del BRZ son pequeñas pero cumple con lo que lleva de serie.
El acabado “básico” Sport ya cuenta con las ópticas de xenón, control de crucero, climatizador automático, sensor de luces, asientos delanteros calefactables, sistema de navegación integrado, arranque por botón, apertura de puertas sin llave, espejos térmicos, luces diurnas por LEDS.
La terminación Executive añade además el tapizado mixto tela/piel. La única motorización disponible recurre a un bloque de dos litros en gasolina que desarrolla
200 CV de potencia. Posee los cuatro cilindros “bóxer” característicos en la marca y culata multiválvulas. Se asocia a una caja de cambios manual con seis relaciones tirando a cortas capaz de aprovechar muy bien el motor. El nivel de prestaciones sobre el papel es bueno, pudiendo
alcanzar los 226 km/h de velocidad máxima y declarando un tiempo de
7,6 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado. El consumo medio se queda en los 7,8 L/100, con unas emisiones de 181 g/km de CO2. A los mandos del BRZ pocos podrán aburrirse.
Es un automóvil ligero con una potencia más que razonable a lo que habría que añadir una puesta a punto indicadapara aquellos que disfrutan al volante, dando prioridad a la eficacia por encima del confort. Por tanto no se debe esperar una suspensión agradable o suave a la hora de superar baches o irregularidades.