La cuarta generación del
Subaru Forester lleva en el mercado desde finales del año 2012.
Destaca por la tecnología bóxer de sus motores y por incluir siempre el sistema de tracción simétrica AWD a las cuatro ruedas que le permiten una capacidad motriz fuera del asfalto superior a la de muchos de sus rivales.
Exteriormente tiene un aspecto sencillo y algo clásico. En las versiones XT Turbo y Executive Plus Diésel incluyen un
paquete deportivo exterior que añade unos paragolpes de diseño más agresivo, llantas de aleación de 18 pulgadas y otros pequeños detalles que consiguen un imagen más impactante.
En el interior sobresale el espacio disponible en las cinco únicas plazas que puede tener, sobre todo en las posteriores que tienen una cota longitudinal muy grande, dejando mucho hueco libre para las piernas.
La capacidad de maletero con 505 litros mínimos está a buen nivel, pudiéndose ampliar hasta los 1.523 retirando los respaldos posteriores.
La presentación del interior está a buen nivel
. Se han cuidado mucho los ajustes entre piezas y la terminación general aunque los plásticos elegidos no son siempre tan vistosos, haciendo uso de algunos rígidos sensibles a arañazos en las zonas inferiores.
Otro punto que debería revisarse es la ergonomía, con diferentes pantallas que distribuyen la información de forma algo confusa. En la consola central está situada la de navegador (si lo incluyese) y en una posición superior más retrasada hay dos pantallas adicionales con datos del climatizador y el ordenador de viaje. A estas hay que sumar la de la instrumentación. Con la última actualización sufrida en la primavera del2015,
el Forester incluye nuevos sistemas de navegación con pantalla táctil, mandos de climatización más actuales con marco cromado y un nuevo volante multifunción.
El equipamiento disponible puede ser bastante completo según versiones. Entre los elementos más importantes hay que citar el
sistema de acceso y arranque sin llave, faros de xenón, un techo solar deslizante muy grande, portón automático, asientos térmicos delanteros y traseros, tapizado en piel,
cámara trasera, sensor de lluvia, asientos eléctricos y control de crucero. Teniendo en cuenta el segmento en el que compite
, la dotación de seguridad debería contemplar ciertos elementos que sí se encuentran en sus rivales, como la alerta de cambio de carril involuntario, el detector de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás o el control de crucero adaptativo. Muchos de estos gadgets llegarán a la gama Forester en 2016. Los niveles de equipamiento disponibles en el momento de escribir estas líneas son tres:
Sport, Sport Plus, Executitve, Executive Plus y XT Turbo. En cualquiera de ellos son de serie el climatizador, los asientos delanteros térmicos, las llantas de aleación o el equipo de audio con bluetooth/USB.
La oferta de motores arranca con un
2.0i Bóxer con 150 CV que sólo se puede pedir con la
cajade cambios automática de tipo CVT denominada Lineatronic. Tiene levas tras el volante y siete velocidades pre-fijadas, algo que permite que su funcionamiento sea más agradable que otros cambios similares. De esta mecánica se comercializa una versión adaptada para poder usar gasolina sin plomo y gas GLP. Como tope de gama está el
2.0 Turbo Bóxer con 240 CV de potencia y una caja de cambios automática también
CVT pero con ocho velocidades pre-fijadas. Es un bloque que hace del Forester un coche muy rápido aunque no gasta poco. En cuanto al diésel,
se ofrece el 2.0 Bóxer Diésel con 148 CV de potencia que puede adquirirse con una caja de
cambios manual con seis velocidades o bien la automática Lineartronic con siete velocidades. Destacan por sus bajos consumos y prestaciones correctas.