El
Volkswagen Golf Alltrack es una versión de estilo campero que trata de situarse como alternativa a los familiares convencionales y a los todocamino. A pesar de tomar como base de partida la carrocería Variant, recibe importantes modificaciones estéticas y en la puesta a punto. Exteriormente el Volkswagen Golf Alltrack es fácilmente
reconocible por las molduras plásticas integradas en el contorno de la carrocería, los pasos de rueda ensanchados, las barras de techo metálicas, los retrovisores en color plata, protectores de bajos en símil aluminio y las bonitas llantas de aleación de diseño específico en 17 ó 18 pulgadas.
La suspensión del Alltrack es específica y va sobre-elevada dejando algo más de altura libre al suelo, lo que permite circular fuera del asfalto con mejores garantías de no rozar los bajos. A pesar de este detalle y de contar con el sistema de tracción total,
no es un todoterreno al uso y por tanto tiene muchas limitaciones. En el interior el Golf Alltrack
disfruta de una calidad de realización notable aunque respecto a un Golf convencional apenas presenta diferencias. Tanto los plásticos como los ajustes están a buen nivel y las posibilidades de equipamiento son muy amplias, siendo el de serie ya muy completo.
Entre otras cosas los Golf Alltrack incluyen las ópticas LED delanteras, las llantas de aleación, climatizador automático de dos zonas, techo solar panorámico doble, control de velocidad, sensor de lluvia, encendido automático de luces, ordenador de viaje, bluetooth, puerto USB, sistema de navegación integrado con pantalla táctil,
sensores de parking delanteros y traseros, selector de modos de conducción, etc. En opción deja
la alerta de cambio de carril, lector de señales de tráfico, detector de objetos en ángulo muerto, las llantas de 18 pulgadas, el tapizado en piel, asientos térmicos, cámara posterior, toma de corriente de 230v, etc. La oferta de motores del Alltrack sólo contempla una alternativa en gasolina.
Es el 1.8 TSI con 180 CV en combinación con el cambio de doble embrague DSG con seis velocidades que destaca por su buen nivel de prestaciones y unos consumos moderados si no se abusa del pie derecho.
En diésel la gama arranca con el
conocido 1.6 TDI de 110 CV en combinación con la caja manual de seis velocidades. Convincente en otras variantes del Golf, aquí el peso adicional de la carrocería familiar y la tracción total hacen que no sea tan ágil, echando de menos algo más de potencia cuando se aprovecha su excelente capacidad de carga.
Mucho más equilibrado resulta el 2.0 TDI de 150 CV que se vende con caja manual de seis velocidades y presume de una buena relación prestaciones-consumos
. Los que deseen algo más rápido y cómodo pueden optar por el 2.0 TDI de 184 CV que se comercializa con la caja DSG de seis relaciones.