NUMEROSAS MEJORAS TÉCNICAS PARA EL ICONO RUTERO DE BMW MOTORRAD
Hemos probado y analizado cómo es y cómo va una de las 'reinas' del touring, la BMW R 1250 RT 2021 que cuenta con elementos de sus hermanos de cuatro ruedas con un espectacular cuadro digital de 10,25 pulgadas o elementos de seguridad tan ruteros como el control de crucero adaptativo.
La BMW R 1250 RT que hemos probado tiene todas las ventajas de un coche (BMW) y las virtudes de una moto. Esta frase podría resumir lo que representa la última generación de la exitosa rutera RT de BMW Motorrad. Podríamos dejar de escribir y les hubiÉsemos contado cómo va, qué se siente y todo lo que se puede hacer con ella... que es casi todo, salvo lo que le impiden sus dimensiones... y peso. Y es que en romana alcanza los 279 kilogramos... pero cómo va y cómo se mueve. No es pregunta, es exclamación.
Empecemos a describirla. La RT 2021 ha llegado a los mercados con muchísimas mejoras técnicas y ayudas a la conducción electrónicas y, por supuesto, cumpliendo la nueva normativa de restricciones de emisiones de co2, la Euro 5. Bmw Motorrad a aprovechado el cambio de norma para darle una vuelta importante a su icono rutero o touring, si se prefiere. Empezando por el impactante frontal, un extraordinario trabajo en aerodinámica y, por supuesto, del contrastado confort de marcha de la casa bávara y las prestaciones y bondades de su tradicional motor bóxer.
Se mantiene eso sí, la última evolución del motor bóxer bicilíndrico de 1.254 cc, que eroga 136 caballos a 7.750 revoluciones por minuto. Cumple pues, la norma Euro 5 pero no pierde potencia respecto al modelo anterior. Cifra que completan los 143 nm a 6.250 revoluciones por minuto de par motor, que consiguen que el acelerador esté siempre 'lleno' de par, que no se produzcan vibraciones y que empuje desde prácticamente cualquier régimen.
Hablemos de las suspensiones. Como buena BMW bóxer, contamos con telelever y paralever detrás, con un recorrido de suspensión delantera de 120 mm, llegando la posterior hasta los 136 mm. Además, en el caso de la unidad probada, venía equipada con la suspensión dinámica, que regula tanto el peso que llevemos de carga automáticamente, cómo la forma de comportarse en todas esas situaciones de carga en función de los distintos modos de conducción que seleccionemos y que explicamos más abajo.
Para detener semejante volumen, la nueva RT equipa delante unos frenos de doble disco de 320 mm y pinza de cuatro pistones radial, mientras que detrás lleva un disco simple de 276 mm y pinza de dos pistones. Por supuesto, equipa la última evolución del ABS Pro marca de la casa. Otro dato importante, de cara a largos desplazamientos es su depósito de 25 litros, que le otorga una autonomía para recorrer cerca de 700 kilómetros con un consumo real en nuestra prueba que dio unos 5,6 litros/100km.
En cuanto a las dimensiones, de las que estamos hablando como 'hándicap' a superar, nos dan cifras como los 2,2 metros de largo, pero no nos asustemos, pues la distancia entre ejes es de 1.485 mm facilita en gran manera su comportamiento en curva. Pues las de la nueva pantalla multimedia no se quedan atrás, con 10.25" con resolución Full HD de 1920 píxeles, y fabricada en vídrio endurecido para equiparar su duración a la ya de por sí larga vida de este tipo de modelos de BMW. Además, se puede 'partir' para ver dos tipos de información a la vez (por ejemplo para la navegación).
Siguiendo con la pantalla, pero centrándonos en lo que nos aporta, hay que destacar elementos de infotaiment como navegación -a través de App gratuita Motorrad-, y en general cualquier dato técnico de la moto que hoy nos ofrece cualquier coche actual. Pero, además, para no distraernos de la conducción, podemos programar en una botonera situada en el carenado junto a nuestro muslo izquierdo, con 4 accesos directos a elementos que solemos modificar durante el uso diario como, por ejemplo la calefacción de puños y asientos. Así no tenemos que movernos demasiado por el menú mientras conducimos.
Nuestra unidad no los llevaba, pero si equipamos la RT con altavoces, también podremos escuchar música, o hablar con teléfono si llevamos el casco con intercomunicador, dos funcionalidades tremendamente útiles para el uso de esta moto en grandes viajes, sobre todo en autopista, elemento donde esta BMW se encuentra muy cómoda y ofrece las mejores aptitudes.
Por si esto fuera poco, además del ya habitual 'key-less' de este tipo de vehículos de la marca bávara, contamos con cierre centralizado de los tres baúles-maletas y dos guanteras que ofrecen una capacidad de almacenamiento. Y es que, aunque no viajemos, poder dejar a buen recaudo dos cascos, dos equipaciones de invierno (mañanas y noches), otras tantas de verano (horas centrales), un portátil, guantes, mandos... etc es sumamente útil y cómodo para moverse en libertad cuando la aparcamos.
Si en una touring es importante la capacidad de carga, aún no es mucho más la ergonomía y comodidad de los asientos. Por un lado, el asiento del conductor, muy similar al anterior modelo, viene de serie con medida de 800 mm -perfecto para los que no pasamos del 1,70- elevable a 825 mm con un simple ajuste. El trasero sigue el mismo camino -o al menos eso me dice el 'paquete'-, contando ambos, además, con calefacción -la del pasajero mediante un botón en el propio elemento- independiente y tres niveles de potencia calórica. Para usuarios más altos (830-850) o más bajos (730-780) existen las correspondientes opciones.
Ni que decir de las posibilidades de la hiper pantalla automática. Y es que desde la piña izquierda podemos subir y bajar la pantalla a discrección, creando en su máxima extensión un túnel aislado prácticamente del viento y que, incluso, nos salvaría de la lluvia a cierta velocidad.
Así va y así se siente
Lo primero que se nota a nivel dinámico en esta moto, al igual que el resto de la gama que equipa este bóxer de 1.254 cc es el par disponible a cualquier régimen de vueltas, incluso partiendo de marchas largas. Este propulsor empuja con nobleza y sin desfallecer, siempre de forma lineal y sin altibajos. Esa elasticidad es muy importante para que una montura con un peso de cerca de 280 kilos sea una buena compañera de viaje, como es el caso de esta RT. Esto, unido al equipo de suspensiones y las bondades del chasis, aportan a esta Gran Turismo una agilidad impropia de un vehículo de semejantes dimensiones.
Con alguna limitación insuperable por su tamaño, se puede hacer prácticamente todo lo que quieras con ella. Ese es, ha sido, y será en futuras generaciones, uno de sus puntos fuertes y el motivo de que sea una de las touring más apreciadas en todo el mundo. En esta ocasión, las suspensiones electrónicas se suman a la fiesta hacen a la RT mejor rutera que nunca. Y es que van compensando en todo momento cualquier alteración que produzca el peso de pasajeros o carga que llevemos en las diferentes maletas. Los modos de conducción, además, regulan la forma de entregar la potencia en circunstancias especiales como la lluvia (modo Rain), por ejemplo.
Al citado modo Rain, el Road (medio) y el Dinamic (más reactivo y eficaz en suspensiones), se añade el modo Eco, que nos informa de cómo estamos conduciendo y 'premia' con el color verde cuando estamos llevando a cabo una conducción que favorezca los bajos consumos y, por tanto, una reducción en las emisiones al aire. Además, la entrega de potencia se reduce bastante oara realizar una conducción tranquila si no tenemos prisa y queremos ser más sostenibles... y ahorrar combustible, hoy que los precios de los carburantes están por las nubes.
En los modos más 'tranquilos' y con el control de crucero (adaptativo en esta generación) accionado y la pantalla arriba del todo, viajar es un placer, que se acerca bastante en sensaciones -salvando distancias- a las de un turismo. Pero con las ventajas de ir sobre dos ruedas, a la hora de aparcar o adelantar. Marcar una velocidad crucero, pero además mantener automáticamente la distancia con el vehículo que nos precede, relaja mucho y nos permite hacer muchos más kilómetros sin cansarnos al volante... en este caso al manillar. Y relajar la muñeca, claro.
Otro punto importante de esta BMW, aunque no sea nuevo, es el sistema de frenos combinados. Un elemento que permite al conjunto calcular cuánto presionamos el freno delantero -el que más usamos- y actuar automáticamente sobre el trasero para que lo haga en la misma proporción. Esto contribuye, también, a que la estabilidad esté siempre presente, aunque nosotros no actuemos en su favor. El telelever incrementa esa sensación de estabilidad en las frenadas, que se hacen muy planas siempre.
Pero todo tiene un precio, en este modelo arrancamos desde los 21.275€. Aunque se justifica cada uno de ellos. No exageramos. Y podemos, como en el caso de la unidad de prueba casi hasta los 27.000 en función de las diferentes opciones de equipamiento disponibles para esta moto. Por el precio de acceso disponemos de un buen equipamiento y cuatro dolores a elegir.
Entre todo el equipamiento, obviando los sistemas electrónicos, está la iluminación. En este caso full led, que, además, ilumina las cunetas en los giros da igual el grado de inclinación, automáticamente. Gracias a esto, jamás encontramos zonas ni momentos de sombras durante los trayectos nocturnos. En fin, que la BMW R 1250 RT es una moto facilísima de conducir -ahora más que nunca- en cualquier tipo de carretera, situación, estación, fuera, e incluso dentro de la ciudad.