Una medida impopular
Los ciclistas, diametralmente en contra de la irrupción de un posible carnet de bicicleta, pero...¿por qué?
La bicicleta siempre ha sido parte del ecosistema ciudadano, aunque es cierto que en los últimos años su uso se ha visto impulsado de manera más que notable. Al fin y al cabo, ofrece cualidades muy apreciadas entre las personas que están buscando un medio de transporte rápido, sencillo, fiable y, sobre todo, muy barato. La bicicleta cumple, con creces, todos esos puntos.
Sin embargo, en los últimos tiempos hemos asistido a un profundo cambio en el paradigma de movilidad ciudadana, de manera que muchos usuarios de transporte público en la ciudad han decidido dejarlo de lado para apostar por vehículos de movilidad personal tales como patinetes eléctricos y bicicletas, lo que ha provocado ciertos problemas de "convivencia" entre peatones, ciclistas, usuarios de patinete y conductores de vehículos a motor.
Los ciclistas se oponen a un carnet de bicicleta
Son varias las asociaciones y los organismos que en los últimos meses han apostado por la creación de una especie de licencia o, incluso, carnet de bicicleta, una medida que busca reducir la peligrosidad en el uso de este tipo de vehículos, mejorando también la convivencia entre todos los usuarios de carreteras y aceras. Sin embargo, los ciclistas parecen no estar por la labor, ni siquiera la DGT parece dispuesta a sacar adelante algo así.
El debate se inició hace unas semanas, cuando el presidente del RACC (Real Automóvil Club de Cataluña), Josep Mateu, propuso la creación de un programa de formación específica para los usuarios de bicicleta siempre y cuando estos últimos no hayan tenido ningún otro tipo de licencia de circulación. Para ello, según el RACC, sería conveniente contar con un carnet, un carnet que sería similar al que utilizan los conductores de vehículos a motor.
Sin embargo, asociaciones de ciclistas de toda España no se han hecho esperar, lanzando un mensaje que no deja lugar a dudas: un carnet de este tipo resultaría contraproducente y no es, de ninguna manera, necesario. Sí podría llegar a serlo y, de hecho, la DGT ya ha confirmado que está trabajando en ello, una especie de formación escolar que permite que desde pequeños todos puedan aprender nociones básicas de circulación y seguridad vial.