PARA LAS RENTAS MÁS BAJAS
En un contexto económico como el actual, lo cierto es que las administraciones están esforzándose para ofrecer alternativas de movilidad a los ciudadanos, especialmente a aquellos con un nivel de rentas más bajo. Tanto es así que ahora conocemos que en Francia se van a abonar 100€ a los ciudadanos con rentas bajas que usen su coche para ir a trabajar
Llevamos un tiempo viviendo situaciones relativamente anormales: desde la llegada del COVID a nuestras vidas en 2020, todo ha cambiado. Además, hemos tenido que afrontar todas las consecuencias haciendo un enorme esfuerzo, un esfuerzo que se ha tenido que duplicar tras la actual situación derivada de la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha traído consigo importantes consecuencias económicas a nivel energético.
Y es que siendo Rusia uno de los principales países exportadores de gas natural y petróleo, lo cierto es que en Europa nos hemos visto dentro de un escenario que no resulta, cuanto menos, "cómodo": reducción drástica de las importaciones de gas y petróleo, aumento brusco del precio de ambas materias primas...esta situación ha hecho que, por ejemplo, el gobierno español haya optado por impulsar el tope ibérico al precio de la electricidad o haya lanzado la subvención de 20 céntimos/litro para los carburantes hasta el próximo 31 de diciembre.
Sin embargo, hay países de nuestro entorno que han optado por otras medidas aún más drásticas. Es el caso que hoy conocemos de Francia, que ha anunciado a través de su primera ministra, Élisabeth Borne, una medida de apoyo a los ciudadanos con un nivel económico más reducido. Así pues, éstos recibirán una ayuda única de 100€ para la compra de combustible siempre que cumplan una serie de requisitos.
El primer requisito es, a la vez, el más importante: se deberá acreditar la utilización del coche privado para los desplazamientos desde y hasta el lugar de trabajo, de manera que ni los pensionistas, ni los parados ni los que utilizan el transporte público podrán optar a recibir esta ayuda. Por otro lado, será necesario acreditar un determinado nivel de ingresos ya que serán es una ayuda reservada a los franceses que se encuentran entre el 50% de la población con menores ingresos.
Según los cálculos de las administraciones francesas, la ayuda de 100 euros llegará a unos 10 millones de personas, con lo que tendrá un coste para sus arcas públicas de unos 1.000 millones de euros. Esta dotación supondrá, a efectos prácticos, una reducción del precio de los carburantes cercano a los 10 céntimos/litro siempre que no se recorran más de 15.000 km anuales. ¿Podremos llegar a ver en España medidas similares o seguirá el gobierno centrándose en el transporte público?
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