LA REVOLUCIÓN DE LOS 'DB' O LOS SUPERLATIVOS VALKYRIE Y WALHALLA
Hacemos un repaso por los 110 años de Aston Martin. Una marca histórica que, con el DB5, ha servido en múltiples aventuras al agente secreto más famoso del mundo, James Bond, y que, en la actualidad, se encuentra en una nueva era con su proyecto de Fórmula 1 y la llegada de Fernando Alonso.
Son muchos los espectaculares modelos de Aston Martin: Aston Martin Valkyrie; Aston Martin Vantage; Aston Martin DBS; o el coche de calle de Fernando Alonso, el DBX . No solo el Fórmula 1 de Fernando Alonso es ostentoso, su coche de calle también es formidable. La llegada del piloto español a Aston Martin ha supuesto el inicio de una nueva era en el equipo. Una compañía con 110 años de historia. 110 años haciendo deportivos y coches de carreras. Todo empezó en un taller.
La empresa nació en 1913 bajo el nombre de Bamford and Martin, los apellidos de sus fundadores y el nombre de su taller en Londres. Un año después, pasaron a llamarse Aston Martin, porque Lionel Martin ganó la carrera de la subida de Aston Clinton. La cosa había empezado bien, y no se iban a bajar del carro. En 1922 crearon el Aston Martin TT1 apodado 'Green Pea', guisante verde. El primer coche para correr en Grandes Premios, anterior a que naciese el formato actual de Fórmula 1. Sebastian Vettel pudo comprobar el pasado año, vestido de época, cómo iba ese motor de 56 caballos en el circuito de Paul Ricard.
Entraron en el campeonato del mundo de F1 en 1959 hasta 1960. No tuvieron éxito en esa disciplina pero sí en las 24 horas de Le Mans, que ganaron en 1959 con un doblete. Después de patrocinar al equipo Red Bull durante varias temporadas, en 2021 volvieron como escudería, con Lance Stroll y Sebastian Vettel. El campeón del mundo dejó su asiento el año pasado y lo ocupó otro campeón del mundo: Fernando Alonso.
La llegada del asturiano ha sido una revolución, como la que provocaron las letras: “DB”, las iniciales de Sir David Brown, propietario de la compañía en 1947. Él añadió las alas al logotipo, pensó que ese símbolo de faraones, les daría suerte. Y no se les dio mal, porque con sus iniciales empezó la famosa saga “ DB” con el DB1, el DB2, el DB MK III, el DB4 con motor de 6 cilindros de aluminio y su evolución, el DB5. Un automóvil de lujo con 290 CV de potencia, un motor con tres carburadores, doble depósito de combustible, ruedas con llantas cromadas y habitáculo en cuero. Un coche que tenía que estar a la altura del agente secreto más famoso del mundo: James Bond. También Sean Connery condujo este coche en la película Goldfinger y eso lanzó al DB5 al estrellato.
Un GT que, en la ficción, estaba preparado con tecnología oculta para combatir el mal. Tuvo tanto éxito que ha perdurado en el tiempo para ser el coche de otros Bond en más películas. En 1966, el DB5 se había hecho tan famoso que la Reina Isabel II y Felipe de Edimburgo fueron a visitar la fábrica de Aston Martin. Guiados por David Brown, pudieron ver cómo se fabricaba el coche de James Bond e, incluso, una réplica en miniatura.
Se produjeron 1039 unidades del DB5, su personalidad y elegancia se convirtieron en tendencia. Y los que llegaron después tenían una misión difícil, mantener esas cualidades. El DB6 que era más familiar, el DBS volvió a buscar la deportividad y el DB7 era algo más popular y accesible debido a la compra de Ford de la marca. O los Vantage o DB11, con motor Mercedes AMG, que hemos probado en el programa. Un coche, el DB11, que no tenía función de eyección, era una broma. Pero sí un motor V8 de origen Mercedes-AMG que respondía muy bien.
Aunque en Aston Martin también se atreven con los V12, como el del último Vantage, un biturbo de 700 caballos. Tampoco se olvidan de la electrificación ni de su origen: las carreras. Aprovechando su experiencia en Fórmula 1 han desarrollado un súper deportivo de altas prestaciones: el Walhalla, un híbrido enchufable con motor Mercedes-AMG de 1000 caballos, envueltos en fibra de carbono.
Al hablar de la marca inglesa no podemos dejarnos el Valkyrie, un hipercoche con un motor V12 atmosférico de 1150 CV de potencia con una tecnología más tradicional. Un bólido de carreras homologado para la calle que desafía toda lógica y que exige de experiencia para poder conducirlo en circuito. Lo que sí está claro es que en Aston Martin tienen mucha experiencia en competición. Llevan 110 años haciendo coches gracias a su conocimiento de las carreras y eso, es parte del secreto de su éxito.