3 medidas de ahorro que no sirven para nada, y la DGT lo sabe

En los últimos años hemos asistido a una gran revolución técnica y tecnológica en el mundo del automóvil, que ha desembocado en una generación de motores térmicos con unos niveles de eficiencia y consumo que prácticamente se podían considerar ciencia ficción hace sólo unos cuantos años. Así pues, nos encontramos ante potentes motores capaces de homologar consumos que hace poco tiempo sólo eran factibles en vehículos mucho más pequeños y menos potentes.

Además de todas las innovaciones técnicas que han permitido reducir estos consumos, lo cierto es que los conductores también tenemos mucho que decir al respecto, ya que es posible reducir de manera notable el consumo de carburante gracias a la aplicación de diferentes técnicas de ahorro mientras conducimos. Es lo que denominamos "conducción eficiente", de la que tanto hemos hablado y que resulta fundamental si queremos reducir el gasto que provoca el coche en nuestra cartera.

Sin embargo, algunos conductores, en su afán por reducir al máximo el consumo de sus coches, pueden llegar a aplicar técnicas que no sólo resultan erróneas, sino que en determinadas situaciones pueden llegar incluso a resultar peligrosas para su propia seguridad y para la seguridad del resto de usuarios de la carretera. La DGT es consciente de ello, y nos recuerda a través de su web algunas claves para desechar actitudes que no nos servirán para nada.

3 técnicas de ahorro que tal vez conozcas, pero no deberías utilizar

• Usar el punto muerto en bajadas: muchos coches actuales con cambio automático permiten desacoplar la marcha durante la circulación para producir lo que se conoce como "avance por inercia", limitando los rozamientos y el freno motor. Esta técnica no es aplicable a coches con cambio manual, ya que nuestra capacidad como conductores para engranar una marcha cuando lo necesitamos es mucho más limitada y lenta. No lo utilices ya que puedes sobrecalentar los frenos y provocar un accidente.

• Limitar el uso de luces: es cierto que los sistemas de iluminación consumen energía y pueden llegar a aumentar el consumo de carburante, pero la diferencia es mínima y el correcto uso de los sistemas de iluminación puede salvarte la vida.

• Utilizar siempre marchas largas: en algunas ocasiones los conductores deciden usar siempre marchas largas, circulando a un nivel de revoluciones especialmente bajo. Esto no sólo es un error que aumenta el consumo, sino que además aumenta el riesgo de sufrir averías debido a un uso inadecuado del motor.