QUE NO AFECTEN A TU MOVILIDAD

3 modificaciones con las que sortear las ZBE aunque tu coche no sea nuevo

Las Zonas de Bajas Emisiones se han convertido en un problema para muchos usuarios, que ven como sus vehículos, con unos años a sus espaldas, no son del todo válidos para circular o sólo pueden hacerlo en determinadas circunstancias. ¿Qué hacer para evitarlas?

Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y los distintivos ambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT) se han convertido en instrumentos clave en la lucha contra la contaminación y la promoción de una movilidad más sostenible. Las primeras restringen o limitan la entrada de vehículos con altas emisiones, fomentando la utilización de medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente.

Los distintivos ambientales, por su parte, clasifican los vehículos según su potencial de contaminación y ofrecen una guía visual rápida sobre la posibilidad que tiene un vehículo de circular en estas áreas. Desde los vehículos más eficientes con etiquetas CERO y ECO hasta los que generan emisiones más elevadas con los distintivos B e incluso sin etiqueta ambiental, estos distintivos proporcionan un escenario claro a los conductores para que éstos sepan hasta qué punto van a poder seguir utilizando su vehículo en los centros de las grandes ciudades o, incluso, en todo el territorio en el caso de algunos núcleos de población como Madrid o Barcelona.

Señal ZBE | DGT

En cualquier caso, es evidente que no todos los usuarios tienen la capacidad de cambiar de coche a su antojo. Gastarse 20 o 25.000 euros en un coche con una etiqueta ambiental más favorable puede no ser la solución para muchos conductores, aunque lo cierto es que existen otro tipo de alternativas para transformar vehículos antiguos y con un potencial contaminante mayor en vehículos más eficientes y, por tanto, con una etiqueta ambiental menos restrictiva.

Las tres modificaciones que ayudarán a envejecer a tu coche

  • Transformaciones a gas: este tipo de transformaciones son las más populares, ya que por un coste relativamente pequeño (que puede rondar los 2.000 euros) permite a los conductores añadir un sistema de GLP (gas licuado de petróleo) a los motores de sus coches, haciendo que éstos ganen la etiqueta ECO siempre y cuando contasen con el distintivo C anteriormente.
  • Matriculación histórica: esta modificación sólo está al alcance de los vehículos más antiguos (con más de 30 años desde la primera matriculación) pero lo cierto es que resulta muy económica y, a la vez, muy favorable en cuanto a la utilización y los costes. Con la matriculación histórica no sólo podremos circular libremente, sino que tendremos plazos más benevolentes en cuanto a las ITV y, en muchos municipios, estaremos exentos de abonar el impuesto de vehículos de tracción mecánica (IVTM).
  • Electrificación: esta modificación es la menos popular debido, principalmente, a su coste. Se trata de añadir sistemas de apoyo eléctricos al motor de serie o bien sustituir todo el tren motriz por uno eléctrico. En cualquier caso, es necesario realizar una homologación al ser una modificación de importancia, un trámite que dispara los costes y alarga los plazos.