MANTENIMIENTO Y SEGURIDAD
Son el elemento de seguridad más importante, pero también se desgastan a un ritmo alto. Tener en cuenta algunos trucos, como estos, ayudarán a mantener su vida útil y no te obligarán a cambiarlos antes de tiempo.
Los neumáticos son, como ya hemos recalcado en otras ocasiones, el único punto de contacto entre un vehículo y el asfalto: esto los convierte en el elemento más importante de seguridad. Razón de peso para cuidarlos con esmero y, sobre todo, teniendo en cuenta que esa unión provoca que también sean una de las partes que más se deterioran. Tener en cuenta algunos trucos, como estos, ayudarán a mantener su vida útil y no te obligarán a cambiarlos antes de tiempo.
1. Las suspensiones
Unas suspensiones en mal estado pueden provocar un desgaste irregular de los neumáticos de tu coche: los amortiguadores se deterioran con el paso del tiempo y, como advierte el RACE, pueden comprometer la seguridad del vehículo.
No olvides, por lo tanto, revisar este sistema cada 20.000 kilómetros o cuando observes alguno de estos síntomas: el coche oscila lateralmente, le cuesta recuperar la estabilidad, absorbe las irregularidades de forma brusca, el morro se inclina demasiado al frenar, la luz de faros vibra en exceso sufre bandazos con viento lateral. A esto añade ruidos bruscos o una pérdida de aceite en los amortiguadores.
2. La presión
Sabemos que la presión de los neumáticos debe ser la adecuada, ni por encima (menos confort de conducción y más riesgo de sufrir un corte o daños semejantes) ni por debajo (más consumo y más posibilidades de sufrir un reventón o de que la rueda se salga) de la cifra indicada por los fabricantes.
Hay que revisar la presión, como mínimo, una vez al mes porque se va perdiendo poco a poco. Eso sí, no lo hagas nunca en medio de un viaje o cuando finalices un trayecto porque obtendrás un dato falso: la temperatura de los neumáticos habrá aumentado y, también, la presión. Aprovecha, por cierto, esta operación para revisar el estado de las llantas y para echar un vistazo a las ruedas por si tiene algo clavado en la goma.
3. La velocidad
La obligación de todos los conductores pasa por respetar el máximo establecido para cada vía, pero no son los únicos límites de velocidad que debemos tener en cuenta: los neumáticos tienen los suyos propios y sobrepasarlos implica someter a las ruedas a un esfuerzo extra que acorta su vida útil.
4. Bonus: a la hora de cambiar los neumáticos…
Si ha llegado el momento de cambiar los neumáticos, en el mismo eje no montes ruedas con especificaciones distintas o de diferentes marcas porque esta disparidad da pie a una inestabilidad que merma la seguridad del vehículo.