¿Por qué debes utilizar este elemento con mesura?
El claxon es un elemento de seguridad obligatorio en todos nuestros vehículos, pero su uso está muy restringido y, salvo contadas excepciones, su utilización puede ser motivo de sanción
El claxon es casi tan antiguo como el propio coche: ese elemento sonoro que todos los conductores hemos utilizado alguna vez y, en la mayoría de ocasiones, de manera incorrecta. Porque sí, la mayoría de veces usamos la bocina o claxon casi como un elemento para "desfogarse" con otro conductor o usuario de la vía que no se ha "portado" como nosotros consideramos que es correcto.
El claxon o bocina es, de hecho, un elemento de seguridad que, además, es obligatorio en todos los vehículos que se matriculan para circular por vía pública. Tanto es así, que si acudimos a la ITV y nuestro claxon no funciona, o lo hace de manera incorrecta, recibiremos un "suspenso" en nuestra inspección y al resultado final de nuestra visita a la estación de ITV será desfavorable.
Los tres únicos casos en los que usar el claxon está permitido
Sin embargo, la realidad es que sólo podemos utilizar el claxon -de manera legal- en tres escenarios perfectamente especificados por la ley y recogidos en el artículo 110 del Reglamento General de Circulación:
Las multas por usar incorrectamente el claxon
El claxon, como ya hemos comentado, no se puede utilizar a la ligera, ni como elemento para distraer o divertirse. Su uso está perfectamente regulado, de la misma manera que están reguladas las sanciones por su utilización incorrecta. Si usamos el claxon de manera estridente, cerca de edificios como hospitales o, directamente, sin motivo justificado, recibiremos una multa de 80€.