AUNQUE TUS CONOCIMIENTOS DE MECÁNICA SEAN ESCASOS

4 elementos de tu coche que puedes revisar sin que te cueste dinero

Nuestro coche necesita ser revisado por profesionales periódicamente para que su rendimiento se mantenga siempre en lo más alto. Sin embargo, esto no significa que nosotros no podamos revisar algunos de sus elementos sin que ni siquiera nos cueste dinero

Nuestros coches son, en realidad, complejas máquinas compuestas por miles y miles de elementos que, funcionando a la vez y de manera sincronizada, permiten que podamos desplazarnos con seguridad y comodidad hasta nuestro destino. Estas máquinas necesitan, como es lógico, ser revisadas por un profesional de manera periódica para garantizar su buen funcionamiento, pero lo cierto es también existen elementos mecánicos que nosotros mismos podemos comprobar.

Son varios los elementos esenciales que puedes revisar tú mismo, sin coste alguno, para asegurar que tu vehículo funcione de manera óptima y para prevenir problemas mayores a largo plazo. Aquí te presentamos cuatro componentes esenciales de tu coche que puedes inspeccionar por ti mismo de manera sencilla y gratuita.

4 elementos de tu coche que puedes revisar por ti mismo

Aceite motor: el aceite es vital para el buen funcionamiento del motor de tu coche, ya que lubrica las piezas internas y ayuda a mantener la temperatura adecuada. Revisar el nivel de aceite es una tarea sencilla que puedes realizar en pocos minutos. Para ello, asegúrate de que el coche esté en una superficie plana y con el motor frío. Extrae la varilla medidora, límpiala con un paño que no deje residuos, vuelve a insertarla y sácala nuevamente para verificar el nivel de aceite. Si está por debajo de la marca mínima, será necesario rellenar, aunque también es importante que no supere el umbral máximo. También es importante observar el color y la consistencia del aceite; un aceite oscuro o con partículas puede indicar la necesidad de un cambio.

Neumáticos: tener la presión adecuada en los neumáticos es crucial para la seguridad y la eficiencia. Puedes comprobar la presión de los neumáticos utilizando un manómetro de presión, que se puede encontrar en la mayoría de las estaciones de servicio, o adquirir uno para uso personal con un coste que suele ser de pocas decenas de euros. Consulta el manual del coche para conocer la presión recomendada (muchas veces estas medidas se encuentran en el umbral de la puerta o en la portezuela del depósito) y compara con la medida actual. Ajustar la presión es una tarea rápida y sencilla que puede prevenir el desgaste irregular de los neumáticos y mejorar la dinámica del vehículo.

Otros líquidos: además del aceite, tu coche utiliza varios líquidos que son esenciales para su funcionamiento, como el refrigerante, el líquido de frenos, el líquido de dirección asistida (aunque éste último cada vez menos) y el líquido limpiaparabrisas. Revisa los niveles de estos líquidos de manera regular para asegurarte de que estén dentro de los límites recomendados. La mayoría de estos depósitos son transparentes y tienen marcas que indican el nivel mínimo y máximo, lo que facilita su inspección. Mantener estos líquidos en niveles adecuados es fundamental para evitar averías y mantener la seguridad en la conducción.

Estado de las luces: la iluminación de tu vehículo es esencial para la seguridad, tanto para ver como para ser visto. Inspeccionar las luces regularmente es una tarea que puedes realizar solo o con la ayuda de otra persona. Verifica que todas las luces funcionen correctamente, incluyendo los faros delanteros (de los cuales también puedes comprobar si iluminan en la dirección correcta), las luces traseras, los intermitentes y las luces de freno. Si alguna bombilla no funciona, reemplazarla suele ser un proceso sencillo y económico.