1.300 METROS DE PROFUNDIDAD
El nuevo todoterreno de INEOS, el Grenadier, ha comenzado su andadura con unas exigentes pruebas en la mina de potasa K+S en Zielitz, Alemania.
La marca británica ha llevado su nuevo modelo, a 1.300 m de profundidad, a una de las minas más hostiles del mundo debido a su alto nivel de salinidad, para demostrar la durabilidad y la resistencia del Grenadier.
Las pruebas en la mina K+S someten al Grenadier a niveles extremos de corrosión y desgaste, algo que dejaría a la mayoría de los vehículos inservibles. Sin embargo, este nuevo modelo está preparado con una protección óptima contra la corrosión, tratamiento de electroforesis, sellado de cera en los orificios y un recubrimiento de pintura electrostática.
"El Grenadier ha sido diseñado para soportar condiciones extremas. Nuestra colaboración global nos permite demostrar su capacidad en una variedad de entornos, incluyendo bajo tierra", afirma Lynn Calder, CEO de INEOS Automotive.
La mina de potasa es una de las más grandes del planeta, en la cual se extraen unas 45.000 toneladas de sal diariamente en un área de 61 km². Un desafío que demuestra las capacidades de este 4x4 en uno de los entornos más duros del mundo.
Este nuevo modelo cuenta con un chasis de largueros y travesaños, ejes rígidos y una caja de transferencia con dos velocidades. Debajo de su capó, encontramos un motor de gasolina o diésel de 3.0 L turbo y 6 cilindros en línea de la marca alemana BMW, con el que puede afrontar cualquier tipo de terreno dificultoso.
Durante la fase de desarrollo, el todoterreno recorrió 1,8 millones de kilómetros, pasando por entornos a 35 grados bajo cero, grandes altitudes e, incluso, atravesó la célebre montaña Schöckl en Austria.
Al igual que el resto de los modelos de la marca, incluye el Station Wagon y el pick-up Quartermaster, que son fabricados en la planta de Hambach en Francia desde 2021.