Es evidente que un buen cuidado de nuestro vehículo redunda, además de en una mayor seguridad y en una mayor comodidad y confianza al volante, también en ciertos beneficios a nivel económico. Y es que existe un mantra que puede considerarse una verdad absoluta: resulta mucho más económico mantener que reparar. Uno de los elementos más importantes de nuestro vehículo son los neumáticos que calza: éstos se encargan de garantizar la direccionalidad y la adherencia del vehículo, manteniéndose como única pieza en contacto con el firme.
Por eso, cuidar los neumáticos es también una labor que puede reportarnos muchos beneficios. Además, no cuidar los neumáticos, despreocuparse completamente de este elemento tan importante, supone también un problema a la hora de enfrentarnos a la ITV: si nuestros neumáticos no se encuentran en buen estado, no podremos recibir el aprobado en la ITV y, por tanto, tendremos que volver para solucionar los problemas detectados, con el gasto de dinero y tiempo que ello supone.
5 gestos que maltratan tus neumáticos...y tu seguridad
- Circular con neumáticos viejos: con el paso del tiempo, algunos componentes del neumático pierden efectividad, pierden propiedades, y pueden volverse peligrosos. Es lo que comunmente se conoce como "cristalización" del neumático. Cuando esto ocurre, algo que es más probable cuanto más viejo sea el neumático, pierde flexibilidad y, por tanto, agarre. Además, suelen volverse ruidosos y menos cómodos en circulación.
- Circular con neumáticos no equivalentes: en ocasiones las medidas que homologa nuestro vehículo pueden ser poco convencionales y, por tanto, poco económicas. En ese caso, muchos conductores optan por montar neumáticos con medidas que no siempre son equivalentes. Cuando esto ocurre, se modifica el desarrollo de la transmisión y puede llegar a ser peligroso, ya que se modifica en exceso el ancho y el alto del neumático. En la ITV, además, te suspenderán.
- Utilizar neumáticos desgastados: parece de lógica, pero muchos conductores estiran demasiado la vida útil de los neumáticos, arriesgándose a sufrir un accidente, a ser multados o a recibir una calificación desfavorable en la ITV. Si la banda de rodadura está demasiado desgastada el nivel de agarre desciende de manera ostensible, mientras que si hemos desgastado en exceso el flanco, el riesgo de reventón aumenta.
- Rodar con neumáticos que presentan deformaciones: si el neumático ha sufrido algún golpe o pellizco demasiado intenso, uno de los principales "resultados" de ello es la aparición de bultos o deformaciones. Si detectas que alguno de tus neumáticos presenta una deformación, debes sustituirlo de inmediato y dejar de rodar con el vehículo hasta que lo hayas cambiado, ya que el riesgo de reventón aumenta exponencialmente.
- Usar neumáticos diferentes en el mismo eje: tal y como establece el manual de inspección de las ITV, nuestros turismos deben contar con el cada eje con el mismo tipo y medida de neumático, de manera que no es recomendable cambiar únicamente un neumático ya que, además, cada neumático muestra un comportamiento diferente a situaciones como asfalto con poco agarre, altas cargas o altas temperaturas.
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