Desde un simple chequeo de niveles hasta el cambio de aceite
Hay aspectos en el mantenimiento de nuestro coche que no requieren esencialmente llevarlo al taller. Con un poco de tiempo y ganas, podremos ahorrar bastante dinero haciendo las cosas nosotros mismos.
El mantenimiento es a veces el gran olvidado en la vida de nuestro coche y sin embargo es fundamental si queremos circular con seguridad, reducir la probabilidad de posibles averías y alargar la vida del vehículo.
Aunque el mantenimiento riguroso de nuestro coche requiere gastar dinero, a veces una suma nada desdeñable, es importante poner de relieve la importancia de cumplir con las recomendaciones del fabricante: intervalos del cambio de aceite, presión correcta de los neumáticos, sustitución de la correa de distribución a su debido tiempo, etc. para, a la larga, evitar un mal mayor en forma de avería grave y costosa.
A la hora de cuidar nuestro coche, una buena manera de ahorrar un buen dinero es hacer las cosas uno mismo. Aunque para realizar algunas tareas es imprescindible un mecánico experto, un taller y herramientas profesionales, hay varios otros puntos que podemos realizar nosotros mismos para así ahorrar dinero en la sustitución de las partes. Pero no sólo eso, sino que con los siguientes consejos también podremos ahorrar combustible, aumentar la seguridad y reducir la probabilidad de averías. Sólo necesitarás un poco de tiempo, paciencia y las herramientas más básicas.
1. Revisar nivel de líquidos. Es probablemente lo más sencillo que podemos hacer y, al mismo tiempo, el mantenimiento preventivo más importante que podamos llegar a realizar. La mayoría de las veces no tendremos que hacer nada, simplemente echar un vistazo.
Para verificar los niveles del aceite del motor, el refrigerante, el líquido de frenos o el líquido de la dirección asistida basta abrir el capó, localizar dónde está cada uno y nos llevará poco más de 2 minutos.
2. Comprobar la presión de los neumáticos. Una presión demasiado alta no es bueno en absoluto: el confort de marcha disminuye y rodar se vuelve más incómodo, el centro del neumático se desgasta antes que el resto de la goma y la adherencia se reduce, aumentando así las probabilidades de un accidente.
Una presión demasiado baja provoca un aumento notable del combustible, un desgaste irregular y aumenta la probabilidad de reventón o desllantamiento (en caso de maniobra muy brusca, como una esquiva).
Por eso es importante llevar siempre las presiones recomendadas por el fabricante, que suelen aparecer en una pegatina en el marco de la puerta del coche. Es recomendable hacerlo al menos una vez al mes -nos llevará 5 minutos- y también antes de hacer un viaje largo.
3. Cambiar la goma de los limpiaparabrisas. Uno de los grandes olvidados. Las gomas de los limpiaparabrisas se desgastan, deterioran y ensucian pero de su buen funcionamiento depende nuestra visibilidad cuando llueve y, por tanto, buena parte de nuestra seguridad.
En la mayoría de coches el cambio no requiere más de 2-3 minutos por goma, y sin embargo podremos ahorrar entre 15 y 30 euros respecto a hacerlo en un taller.
4. Cambiar filtro del aire. Es una tarea muy sencilla de realizar y altamente recomendable que la hagamos nosotros mismos, pues podemos llegar a ahorrarnos entre 30 y 50 euros en mano de obra. Un filtro en sí cuesta poco (entre 6-16 euros) y, dependiendo de tu coche, quizá todo lo que necesites sea un destornillador para abrir la caja que lo contiene.
Un filtro en mal estado provoca un mayor consumo de combustible, pérdidas de potencia y puede derivar en un mayor desgaste de componentes internos del motor. ¿Cuándo cambiar el filtro del aire? Una vez más, los intervalos de filtro vienen definidos por el fabricante, aunque generalmente se cambian cada año o cada 15.000-20.000 km.
5. Cambiar las bombillas. ¿Se ha fundido una bombilla de nuestro coche y necesitamos reemplazarla? Lo normal es pensar en llevarlo al taller, pero si se trata de un faro con bombillas halógenas tradicionales, generalmente podemos hacerlo nosotros mismos.
Dependiendo del coche, desmontar el faro llevará más o menos tiempo, y aunque es más laborioso que los apartados anteriores, no es nada que un principiante no pueda hacer. Hay que tener en cuenta, eso sí, algunas precauciones: saber qué tipo de bombilla necesitamos (miraremos en el manual del coche), no tocar nunca el cristal de la bombilla con la piel y asegurarnos de que la hemos dejado bien colocada (en caso contrario, el haz de luz podría no ser adecuado). Pasaremos un rato entretenido y nos ahorraremos un buen pellizco de mano de obra.
6. Cambio de aceite. Quizá la tarea en que más nos toque pringarnos pero también en la que más podemos ahorrar: en un taller pueden cobrarnos entre 50 y 100 euros. Para cambiar el aceite a nuestro coche necesitaremos un recipiente para recoger el aceite viejo, una llave fija o inglesa, un embudo, un nuevo filtro de aceite y, evidentemente, una garrafa de aceite nuevo.
Aunque pueda parecer laborioso, es algo que no requiere mucho tiempo; ni siquiera a los menos iniciados. Eso sí, ¡nunca lo hagas cuando la temperatura del motor y aceite sean altas!