SE AVECINAN CAMBIOS
Los coches eléctricos siguen ganando popularidad poco a poco, pero lo cierto es que el precio sigue siendo un gran impedimento para su adopción masiva, máxime si algunos descuentos tienen fecha de caducidad...
El coche eléctrico ha experimentado un más que notable avance en los últimos años, consolidándose como una alternativa seria al vehículo de combustión para muchos potenciales compradores. Factores como la creciente preocupación por el medio ambiente, la búsqueda de soluciones para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y el apoyo gubernamental mediante incentivos han sido clave para su popularidad, pero es que, además, las mejoras tecnológicas, como baterías más eficientes y autonomías superiores a los 500 km en cada vez más modelos, han contribuido a su entrada masiva en muchos mercados.
Sin embargo, la adopción masiva del coche eléctrico no ha sido tan rápida como se anticipaba, al menos en países como España. Uno de los factores limitantes es la infraestructura de recarga, que aún resulta insuficiente en muchas zonas, especialmente en áreas rurales. Además, los altos precios iniciales de estos vehículos, pese a las ayudas, también han supuesto un obstáculo para muchos compradores. Por otro lado, hay factores como la incertidumbre que genera la vida útil de ciertos elementos como los motores eléctricos o sus baterías, que tampoco ayudan a que los vehículos electrificados ganen cuota de mercado más rápido.
En España, la adopción del coche eléctrico está siendo lenta, y todo apunta a que va a serlo más en los próximos meses tras la desaparición de las ayudas gubernamentales que, hasta el día de hoy, no se han renovado de cara al año que viene. El Plan MOVES III, que ofrece ayudas de hasta 7.000 euros para la compra de vehículos eléctricos y puntos de recarga, terminará su andadura el próximo 31 de diciembre
El Gobierno decidió prorrogarlo hasta el 31 de julio de 2024 para seguir impulsando la electrificación, con casi 290 millones adicionales, pero en la actualidad no se ha vuelto a comentar nada acerca de una posible renovación. No será la única ayuda que desaparecerá, ya que las deducciones fiscales de hasta 3.000 euros en la declaración del IRPF para quienes hayan adquirido un coche eléctrico podrían dejar de estar disponibles a partir del próximo año, dificultando el acceso económico a estos vehículos para ciertos sectores de la población.
La retirada de estos incentivos supone sin duda un gran reto para el mercado de coches eléctricos en España, especialmente cuando las ventas de este tipo de vehículos aún no han alcanzado los niveles deseados. Sin medidas adicionales, la transición hacia la movilidad sostenible podría ralentizarse, afectando no solo a los objetivos de descarbonización, sino también a la competitividad de España en el ámbito de la movilidad eléctrica.