UN MANTENIMIENTO QUE NADIE RECUERDA
Para que nuestro coche se mantenga como el primer día (o al menos lo intente) es importante mantenerlo lo mejor posible tanto a nivel estético como a nivel mecánico. Sin embargo, hay algunos mantenimientos que pocos usuarios realizan a tiempo...
El mantenimiento de un automóvil abarca una serie de prácticas destinadas a conservar su estética, fiabilidad y seguridad a lo largo del tiempo. Es como brindarle a tu vehículo un cuidado preventivo para evitar problemas mayores. Este proceso implica tanto aspectos rutinarios como atención a detalles más específicos, si bien con el paso del tiempo la tecnología aplicada al mundo del automóvil ha evolucionado de manera más que notable lo que, a su vez, ha influido también en la carga de trabajo necesaria para mantener correctamente nuestro coche.
De esta manera, hace décadas nuestros automóviles necesitaban un mantenimiento mayor y, sobre todo, en periodos de tiempo más cortos. Era habitual cambiar el aceite del motor cada 8 o 10.000 kilómetros, las bujías apenas alcanzaban los 20 o 30.000 kilómetros y la durabilidad de algunos elementos no alcanzaba los estándares actuales. Ahora es perfectamente normal "aguantar" con el mismo aceite más de 20.000 kilómetros, algunos filtros duran varias decenas de miles de kilómetros y, en general, el mantenimiento de nuestros vehículos no resulta tan imprescindible para que el coche siga funcionando con normalidad.
Sin embargo, siguen existiendo algunas operaciones de mantenimiento que, pese a ser relativamente baratas y no tener que llevarse a cabo de manera habitual, no son apenas conocidas por los usuarios. Existe una operación de mantenimiento que podrías llevar a cabo por menos de 100 euros, pero que casi nadie conoce y aplica a su coche. ¿De qué estamos hablando?
Hablamos del cambio de aceite de la caja de cambios. La transmisión de tu coche es fundamental para conseguir que la potencia generada por el motor termine en las ruedas con la mayor suavidad y progresividad posible. Las cajas de cambios, también las manuales, utilizan una cierta cantidad de aceite con la que lubricar la gran cantidad de engranajes y piñones que se encargan de transformar la potencia del motor en movimiento en las ruedas, pero casi nadie sustituye el aceite de la transmisión.
Muchos usuarios creen que el aceite de la caja de cambios no se cambia nunca (valga la redundancia) cuando nada más lejos de la realidad: las cajas de cambio manuales suelen incorporar unos 2 litros de fluido lubricante que, con el paso del tiempo, va perdiendo sus propiedades de manera muy lenta y progresiva, de forma que no solemos darnos cuenta. Por eso, llevar a cabo esta sustitución, especialmente si tu coche tiene muchos años o muchos kilómetros y nunca se ha sustituido este aceite (llamado también valvulina) puede darte una grata sorpresa.
Al sustituirlo, son muchos los conductores que notan como su caja de cambios vuelve a funcionar con suavidad y precisión, incluso de manera más silenciosa, algo lógico si tenemos en cuenta que hemos recuperado la lubricación original de un aceite que tras más de una década y cientos de miles de kilómetros dentro de la caja de cambios, había perdido ya sus propiedades.