¿CUÁNTAS COSAS HAN CAMBIADO ESTE 2025?
Este año ha sido muy movido en materia de Tráfico y Seguridad Vial. Repasa con nosotros los cambios que hemos vivido y los que vendrán en 2026.
Hay años que se recuerdan por mundiales, por elecciones o por veranos imposibles. 2025 pasará a la historia como el ejercicio en el que la normativa de tráfico ha sido una especie de serie por entregas, con giros de guión, fechas marcadas en rojo y más de una discusión familiar asegurada en las comidas y cenas de fin de año. Sí, este año conducir en España ha cambiado de verdad.
Un año para cerrar con confeti, pero también con post-its en el parabrisas mental, porque lo que ha entrado en vigor es importante… y lo que se ha pospuesto lo es aún más.
Si hay una imagen que define 2025 es la de las nuevas señales de tráfico, estrenadas el 1 de julio tras más de veinte años sin una reforma profunda del catálogo. Nada menos que noventa señales nuevas, más de veinte actualizadas y otras tantas eliminadas, con un lenguaje visual adaptado a patinetes, ciclocarriles, movilidad eléctrica y a una realidad urbana que ha cambiado una barbaridad. Entran desde octubre en los exámenes teóricos, con preguntas más situacionales y menos memorísticas.
En paralelo llegó uno de los cambios más comentados del año, que es la reducción de la tasa máxima de alcohol a 0,2 g/l en sangre para todos los conductores, sin excepciones. Una decisión que va en línea con la tolerancia casi cero de otros países europeos y que se justifica por la cantidad de víctimas que todavía arrastramos por culpa del alcohol.
Ojo también al carnet de conducir, porque desde enero los reconocimientos médicos serán más exhaustivos para todos, ya no solo para los mayores. A partir de los 65 años se acortan los plazos de renovación y se evalúan capacidades cognitivas y motoras con mayor detalle.
2025 ha sido un año de letras pequeñas y cambios estructurales para los motoristas. El más sonado es el curso obligatorio de siete horas para conducir motos de 125 cc con carnet B, una medida que persigue la experiencia real antes de lanzarse al tráfico. Además, el permiso A reforzará la formación en carretera abierta y le restará protagonismo al circuito. Además, las motos ganarán presencia práctica con la posibilidad de circular por el arcén en retenciones muy concretas, algo que era impensable hace solo unos años.
En ciudad, la palabra clave ha sido Zonas de Bajas Emisiones, que han pasado de ser una rareza a una realidad consolidada. En enero ya eran 49 las ciudades afectadas, y durante 2025 se han sumado nombres importantes como Girona, Sabadell, Zaragoza, Málaga o Bilbao con multas que rondan los 200 euros para quien entre sin etiqueta. Ya no es una promesa: las ZBE forman parte del paisaje urbano español, queramos o no.
A todo esto se suma el afianzamiento definitivo de los límites de velocidad urbanos, con los 20, 30 y 50 km/h funcionando ya como norma cultural y no como excepción. 2025 ha sido el año en el que la ciudad ha cambiado para siempre y que adaptarse no es opcional.
No todo lo anunciado se ha materializado, y eso también define este año. La reforma del Reglamento General de Circulación, que debía entrar en enero de 2026, se ha retrasado y apunta más bien a finales de ese año o incluso a 2027. Con ella quedan en el aire medidas tan comentadas como el cinturón obligatorio en ciudad para todos, los nuevos criterios de adelantamiento o la iluminación permanente en los patinetes, que enfrentan aún más cambios.
Eso sí, hay una fecha marcada a fuego: el 1 de enero de 2026, cuando será obligatoria la baliza V-16 conectada, que reemplazará definitivamente a los triángulos. Este es un cambio histórico, con margen inicial de flexibilidad, pero que simboliza mejor que nada hacia dónde va la seguridad vial española. Dado el revuelo que ha causado, es muy posible que veamos aún más cambios al respecto de esta baliza.
2025 se despide como un año denso, técnico y apasionante para quien disfruta entendiendo el motor más allá del volante. Es un ejercicio plagado de cambios reales, de promesas aplazadas y de normas que ya forman parte de nuestra rutina.