FIN DE LA ITV

Adiós a la ITV para las motos desde el 1 de enero de 2025, ¿podríamos conseguirlo en España también?

El fin de la ITV para motos ha llegado a Europa. O al menos, a uno de los países. Concretamente al país vecino, Portugal. ¿Podría ser una realidad en España?

Portugal lo ha hecho. A partir del 1 de enero de 2025, las motos en el país vecino dejarán de pasar la ITV. Adiós a colas eternas, adiós a pagar por algo que no siempre sirve, adiós a revisiones que muchos consideran una mera formalidad recaudatoria. Lo sorprendente es que esto no es fruto de una idea loca de última hora, sino de una batalla de doce largos años en la que varios grupos políticos han peleado con uñas y dientes para demostrar algo que, al final, se cae por su propio peso: en Portugal, las motos no necesitan la ITV. Punto.

¿Los motivos? Aquí es donde la historia da un giro inesperado. Se supone que las ITV sirven para asegurarse de que los vehículos están en buen estado. Pero en Portugal las cifras han desarmado cualquier argumento a favor de mantenerla. Desde 1995, las motos en el país han crecido un 400%, un boom en toda regla. Sin embargo, en ese mismo periodo, los accidentes han caído un 80%. Sí, has leído bien. Más motos, menos accidentes. ¿La ITV tiene algo que ver con esto? No.

En lugar de gastar recursos en obligar a los motoristas a pasar revisiones, Portugal apostó por educación vial, mejores infraestructuras y controles específicos. Y, oh, sorpresa, ha funcionado. Así que, después de años de debates, el parlamento luso ha hecho lo impensable: darle la vuelta a la normativa de la Unión Europea y decir "no, gracias". Porque sí, desde 2014, la UE exige que todos los países miembros apliquen la ITV a las motos. Pero Portugal ha dicho "esto no es necesario para nosotros", y se acabó.

Cartel ITV | Europa Press

El caso de España: ¿y nosotros qué?

Ahora es imposible no mirar hacia España y preguntarse: ¿podríamos hacer lo mismo? Aquí llevamos desde 1987 con la ITV para motos, y para muchos ya es una especie de dogma intocable. La industria que rodea las estaciones de ITV es gigantesca, mueve millones y genera empleo. Es como un engranaje tan bien aceitado que nadie se atreve a tocarlo por miedo a que se desmonte todo. Pero, seamos honestos, ¿de verdad tiene sentido? Si en Portugal han demostrado que no, ¿por qué seguimos arrastrando esta carga?

Lo peor es que España, históricamente, ha sido de los países más estrictos con este tema. Hasta 2022, sólo nosotros, Italia, Austria, Croacia y Lituania obligaban a las motos a pasar la ITV. Luego llegó Francia, que después de resistirse durante años, acabó cediendo y aplicó la norma en 2024. Pero lo de Portugal es un precedente que lo cambia todo. Han abierto una puerta que quizá otros países no quieran cruzar por miedo, pero que ya está ahí.

Coches y motos en circulación | ISTOCK

¿Es realmente viable acabar con la ITV para motos en España?

La pregunta ahora es: ¿quién se atreve a abrir ese debate en España? Porque no va a ser fácil. Aquí, además de la industria de la ITV, queda el miedo latente de que eliminarla para las motos podría dar pie a más accidentes. Y no importa cuántas estadísticas pongas sobre la mesa; cambiar esa percepción es subir una montaña sin cuerdas.

Quizá no sea tan utópico como parece. Portugal nos ha dado la excusa perfecta para replanteárnoslo. Si de verdad queremos reducir la burocracia absurda y apostar por algo más práctico, ¿por qué no empezar aquí? Al final, la ITV para motos no es más que un eslabón en una cadena más grande. ¿De verdad es el aspecto más importante para evitar accidentes de moto?

Seamos sinceros, de los moteros que hay en España, ¿cuál se diría que es la principal causa de accidentes? ¿Los problemas mecánicos por no cuidar la moto? ¿O las imprudencias? No es necesario siquiera aclararlo, ¿verdad?

Quizá el truco esté en hacer las cosas de otra manera. Invertir en campañas de concienciación, en carreteras más seguras, en tecnología que ayude a prevenir accidentes desde la raíz. Porque, seamos sinceros, una pegatina en el parabrisas difícilmente va a ser el mejor medio para reducir el número de accidentes. Y Portugal así lo demuestra.