¿AUTÉNTICAMENTE ALFA?
Con el Tonale, Alfa Romeo buscaba ampliar clientela y asentar las ventas, pero no está siendo fácil. Por eso, la versión que realmente aglutina la verdadera esencia Alfa es un simple dato en el catálogo. Con 280 CV, el Tonale es un objeto de deseo, pero también es caro y la versión menos vendida de la gama
El Alfa Romeo Tonale nació con una misión complicada: ser el modelo que introdujera a la marca italiana en la era electrificada sin perder su carácter deportivo. El diseño y el nombre estaban ahí, pero la llegada de versiones híbridas suaves con poco más de 130 o 160 CV dejó a muchos aficionados con dudas. ¿Dónde estaba el Alfa de verdad, el que transmitía algo más que eficiencia?
La respuesta está en la versión híbrida enchufable de 280 CV, la más potente y completa de la gama. Curiosamente, también es la menos vendida, básicamente, porque es la más cara. Y, sin embargo, es la que más se acerca al ideal clásico de Alfa Romeo: un coche con nervio, tracción total, comportamiento equilibrado y una dosis de emoción que las versiones básicas simplemente no ofrecen.
Obviamente, el precio es un freno importante y el coste que supone tener casi 300 CV es otro. El seguro no cuesta lo mismo, los frenos y los neumáticos se acaban antes y suelen ser más caros… Pero si quieres un Alfa “de verdad”, esto es lo que más se acerca actualmente.
Aunque el dato de 280 CV pueda parecer excesivo para un SUV compacto, lo cierto es que esta versión del Tonale logra un consumo sorprendentemente contenido. Gracias al sistema híbrido enchufable, puede recorrer en torno a 60 km en modo totalmente eléctrico y, en conjunto, gasta lo mismo —o incluso menos— que las versiones de gasolina e híbridas suaves. No es un coche que premie al conductor agresivo, pero sí recompensa a quien disfruta conduciendo con precisión.
Y ahí está la clave. Para el 90 % de los conductores, cualquier coche de 120 CV es más que suficiente. Pero el Tonale de 280 CV no está hecho para todos. Está pensado para quienes entienden que el valor de un Alfa no está en el logo del capó, sino en lo que transmite cuando se enlaza una curva con otra.
El comportamiento del Tonale más potente está reforzado por la tracción total, una suspensión más firme y una puesta a punto que realmente aprovecha la potencia disponible. En carretera transmite esa sensación de equilibrio y precisión que durante años definió a los mejores modelos de la marca. Es un SUV, sí, pero conserva algo del ADN de los compactos deportivos de Alfa Romeo, algo que no se percibe en las versiones de entrada.
Además, el equipamiento de esta variante está al nivel de lo que se espera en un SUV premium: asientos deportivos, instrumentación completa, materiales de calidad y un sistema híbrido que combina potencia con eficiencia real. No es el más barato, pero tampoco busca serlo.
Un coche de escaparate, pero coherente con su historia o eso al menos intenta. Solo el hecho de ser un SUV ya le resta autenticidad, pero hoy día, o tienes un SUV en el catálogo o no vendes ni un tornillo.
La paradoja del Tonale 280 CV es que, siendo el que mejor refleja la identidad de Alfa Romeo, es también el que menos compradores encuentra. Su precio lo coloca frente a rivales de marcas más asentadas en el segmento premium, pero su papel va más allá de las cifras: actúa como carta de presentación de lo que Alfa Romeo todavía sabe hacer.
En un mercado dominado por la racionalidad, este Tonale recuerda que el automóvil también puede ser emocional. No es el más lógico ni el más vendido, pero sí el que mantiene viva la esencia de la marca italiana, esa mezcla de diseño, técnica y temperamento que, aunque a veces olvidada, sigue siendo lo que diferencia a un Alfa de cualquier otro SUV.