¿QUÉ PASA CON LOS COCHES ELÉCTRICOS?
El proceso de electrificación en las fábricas de automóviles se ha visto retrasado debido a la nueva normativa europea y al bajo volumen de ventas, por lo que han decidido apostar por nuevos motores de combustión.
La movilidad eléctrica ha emergido como una innovadora revolución en el sector de la automoción, transformando radicalmente la manera en que concebimos y experimentamos la conducción. En respuesta a la creciente conciencia ambiental y la necesidad de reducir las emisiones de gases contaminantes, los vehículos eléctricos han ganado terreno como una alternativa sostenible y eficiente.
Con avances tecnológicos en baterías de alto rendimiento y la expansión de puntos de recarga, la movilidad eléctrica no solo promete un impacto positivo en el medio ambiente, sino también una experiencia de conducción vanguardista que redefine los patrones habituales de eficiencia y rendimiento en la industria automotriz.
Pese al aumento de las ventas de vehículos eléctricos a nivel europeo, alcanzando cerca de un 15% de la cuota de mercado, los fabricantes han frenado en seco los lanzamientos de sus nuevos modelos. Y es que las cifras alcanzadas, estas no se acercan ni de lejos a las previstas en un primer momento por las principales marcas del sector del automóvil.
La reciente aprobación de la nueva normativa Euro 7 ha otorgado cierto margen de maniobra a los fabricantes. El reglamento europeo será bastante más laxo de lo esperado, puesto que los coches gasolina y diésel mantendrán los límites de emisiones de la norma actual. No obstante, sí es cierto que la citada Euro 7 se endurece en la emisión de partículas o en la vida útil de las baterías para híbridos y eléctricos.
La marca de vehículos estadounidense Jeep ha sido una de las que ha decidido frenar la producción y promoción de uno de sus modelos. Este es el caso del Jeep Avenger, el todoterreno americano nació con la idea de ser uno de los líderes en su segmento con la nueva motorización eléctrica. Sin embargo, al suavizarse la normativa implementada por Europa para mejorar la calidad del aire, la estrategia ha cambiado, comenzando a dar más peso a su versión de gasolina.
Otro de los casos más llamativos es el de Volkswagen. El fabricante alemán ha decidido bajar sustancialmente los precios de sus modelos eléctricos en países como Alemania o Francia en más de 6.000 euros con el objetivo de plantar cara a nivel de ventas a Tesla, quien también comienza a ver amenazada su supremacía por marcas como BYD.
Sea como fuere, todo parece indicar que la movilidad eléctrica aminora su marcha y, por consecuencia, aún les quedan unos cuantos kilómetros por recorrer a los vehículos de gasolina.