ARRIESGADO, PERO ATRACTIVO
El coche eléctrico ha avanzado mucho en los últimos años, pero aún tiene mucho camino por recorrer. Su principal escollo sigue siendo el coste, demasiado elevado para muchos usuarios, aunque propuestas como esta puede cambiarlo todo
Los coches eléctricos han ganado terreno como una alternativa más sostenible en el ámbito automovilístico, especialmente en los últimos años, pero aún tienen un largo camino por delante si quieren convertirse en el símbolo de la movilidad del presente y del futuro siendo el precio uno de los principales obstáculos para su adopción masiva. A pesar de las ventajas medioambientales y las reducciones de costes a largo plazo asociadas con la conducción eléctrica, el desembolso inicial sigue siendo una barrera insalvable para muchos consumidores.
El elevado coste de fabricación de las baterías, un componente esencial en los vehículos eléctricos, contribuye de manera considerable al precio final. Aunque se espera que avances tecnológicos y economías de escala reduzcan gradualmente estos costes (algo que en realidad ya está sucediendo), actualmente, los coches eléctricos tienden a tener un precio de compra más elevado en comparación con sus equivalentes de combustión interna.
A pesar de los incentivos gubernamentales y las políticas de fomento, el acceso a esta tecnología sigue siendo limitado para muchos consumidores. Sin embargo, alternativas como la propuesta que han presentado dos organizaciones no gubernamentales, Transport & Environment (T&E) y ECODES, puede suponer un impulso muy importante para todos aquellos potenciales compradores que estén pensando en adoptar la tecnología eléctrica para su próximo coche.
En línea con otras propuestas y alternativas que ya existen en otros países de nuestro entorno como Francia, se ha propuesto un modelo de ayuda dirigido a hogares con ingresos medios-bajos y bajos para la adquisición de vehículos 100% eléctricos. Según el plan, los particulares sólo tendrían que abonar una serie de cuotas mensuales, de 90 euros en el caso de las más económicas, durante un período que oscilaría entre los 4 y los 8 años, asumiendo la administración el resto de los fondos.
Esta iniciativa, respaldada por ambas organizaciones, se presenta como una propuesta que podría complementar o incluso reemplazar al actual Plan MOVES (que ya avanza por su tercera edición) apostando eso sí por una política de subvenciones limitada única y exclusivamente a los coches 100% eléctricos, dejando de lado a los híbridos enchufables que a día de hoy también pueden beneficiarse de ciertas ayudas dentro del programa.