MANTENIMIENTO
Hay cinco elementos que sufre de especial manera con las temperaturas extremas: te recordamos cuáles son y cómo prevenir sus fallos
Las marcas desarrollan y fabrican los coches para que aguanten en (casi) todos los escenarios. Los prototipos, por ejemplo, se prueban en condiciones extremas de frío (35 grados bajo cero) y de calor (45 grados) y las mecánicas están preparadas para soportar temperaturas que rebasan los 40 grados. A pesar de esta preparación, el calor afecta a su correcto funcionamiento. Razón por la que, antes de que regresen las elevadas temperaturas, te recordamos qué elementos son los que más fallan en esta época del año… y cómo puedes prevenirlo.
Lo hacemos con la ayuda de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos. Desde AECA-ITV nos explican cuáles son las partes de los vehículos que más fallan como consecuencia del calor y qué debemos hacer para reducir el riesgo de sufrir una avería.
1. Neumáticos
Los neumáticos son uno de los elementos que más sufren con las extremas temperaturas del invierno y del verano, momento en el que tendrás más posibilidades de sufrir un reventón. ¿Cómo evitarlo? Revisa periódicamente la presión de las cuatro ruedas y no olvides llevar a cabo esta operación antes de realizar un viaje. No olvides que cuanto más baja sea la presión del neumático, más fácil es sufrir un percance… y más aumenta el consumo de combustible.
2. Los frenos
Los frenos, en verano, se calientan más de lo normal: no sólo porque suben las temperaturas, sino porque les obligamos a trabajar más al añadir peso al vehículo (equipaje, más ocupantes de lo habitual…). Teniendo en cuenta su papel clave en nuestra conducción, no olvides comprobar el estado de las pastillas, de los discos, de las pinzas, así como el nivel de líquido de los frenos para saber si debes cambiarlo antes de iniciar tus viajes.
3. El motor
Como decíamos antes, los motores están preparados para aguantar elevadas temperaturas y seguir funcionando sin problemas… pero esto no quiere decir que sean infalibles. En verano es especialmente importante echar un vistazo a todos los líquidos, poniendo especial énfasis en el aceite y en el refrigerante. Y es que si el motor se calienta por encima de lo normal, tendrás que parar y esperar a que baje la temperatura para poder revisar este último.
4. El turbo
Si tu coche es turbo, esto te interesa: es uno de los componentes que más sufren con el calor. ¿La razón? Su ubicación complica el proceso de refrigeración: es el aceite el que se encarga de lubricarlo y de controlar su temperatura. Para evitar daños, cuando llegues a tu destino, deja el motor encendido un par de minutos: intenta no apagarlo de golpe, ya que el aceite se deteriora y daña el eje de la turbina.
5. El aire acondicionado
Un equipamiento imprescindible cuando llega el verano: motivo por el que tenemos que llevar a cabo su mantenimiento a lo largo del año. Además de ponerlo en marcha de vez en cuando para comprobar que está en orden, antes de que llegue el verano no está de más revisar el circuito para saber cómo está: los cambios de temperatura pueden provocar pequeñas fugas de gas.