PUEDE CONLLEVAR UN RIESGO
Hidratarse es algo necesario, especialmente con el calor ya acechando, pero puede conllevar una multa de 100 euros si decidimos beber agua mientras conducimos.
Conducir es una tarea que requiere nuestra máxima atención, especialmente cuando existen numerosos estímulos externos que pueden hacer que nos distraigamos. Pero, ¿qué pasa cuando esa acción es no solo necesaria, sino vital? Que podemos enfrentarnos a una multa de 100 euros por beber agua al volante.
Y es que al fin de cuentas estamos ante una gran incógnita que nos puede surgir, sobre todo, en estos meses del año en los que el calor atiza con vehemencia antes de lo esperado. No obstante, la propia DGT recuerda que es recomendable evitar las bebidas gaseosas y las estimulantes, y lógicamente no ingerir ninguna alcohólica, lo que dejaría claro que beber agua no debería suponer una sanción pero, ¿realmente es así?
Hay un escenario en el que beber agua al volante podría implicar una multa
En una primera instancia nos encontramos no solo con algo necesario, sino también crucial para llevar a cabo una conducción segura. Y es que si llegamos al punto de deshidratarnos podemos llegar a sufrir un accidente e importantes problemas de salud que repercuten, a su vez, en la conducción.
Esto deriva en la imperiosa necesidad del conductor de beber cada poco tiempo, y así lo respalda la DGT al hacer alusión a que no está prohibido ni beber ni comer al volante. Y si vamos más lejos nos encontraremos con un reglamento en el que tampoco se recoge una prohibición específica.
Entonces, ¿dónde se encuentra ese resquicio con el que nos pueden imponer una multa de 100 euros por beber agua al volante? Concretamente en el artículo 18.1 del código de circulación que reza de la siguiente manera: "El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos".
De esta manera, si un agente de tráfico aprecia que el gesto de abrir una botella de agua o soltar una mano del volante para hidratarnos supone una distracción, podría imponer una multa. Concretamente esta sería de 100 euros -50 con pronto pago- y sin pérdida de puntos.