El termostato es una pieza sencilla pero muy importante
Mantener el motor en condiciones óptimas de funcionamiento nos garantiza un desempeño ideal de sus funciones, algo que no siempre es posible si una simple pieza deja de hacer su trabajo.
Los motores térmicosestán diseñados para funcionar dentro de unos márgenes operacionales que indican su rango óptimo de funcionalidad. Son muchas las variables que entran en juego: desde la temperatura del aire que entra en el motor hasta la calidad del combustible que llega a las cámaras de combustión. Uno de esos puntos clave es la temperatura del líquido refrigerante, que se encarga de mantener el bloque motor dentro de unos márgenes muy estrechos de temperatura.
Dentro de esos márgenes es donde el motor funciona de manera más eficiente: es capaz de consumir menos combustible, de lubricarse de manera más efectiva y, por si fuera poco, de ofrecer la máxima potencia para la que fue diseñado. Sin embargo, una simple pieza puede hacer que todo esto no se cumpla: hablamos del termostato, que en caso de avería puede perjudicar seriamente el funcionamiento del motor. VER VÍDEO DE ARRIBA.
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El parque automovilístico español es uno de los más antiguos de Europa, algo que tiene sus consecuencias a nivel ya no estadístico -que también- sino a nivel de seguridad vial: con una media superior a los 13 años, hay muchos coches que circulan cada día por nuestras carreteras con una edad superior a los 15 años, siendo más susceptibles a fallos y averías.
¿Cuáles son las averías más comunes entre nuestros coches? Es cierto que gracias a elementos como las ITV, que controlan el buen estado mecánico y administrativo de nuestros vehículos, se minimizan los riesgos, el desgaste y las consecuencias del -en algunos casos- escaso mantenimiento que algunos propietarios llevan a cabo en su coche, pero el sistema no es perfecto. La DGT, por tanto, avisa.