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REDUCIR DAÑOS Y EVITAR SINIESTROS

Así cuida la DGT la seguridad vial de los conductores: cinco medidas entre las que no hay ni un solo radar

Destacan entre las 31 soluciones de bajo coste que han implementado para intentar reducir la siniestralidad de la red viaria.

La seguridad vial es uno de los frentes en los que la Dirección General de Tráfico trabaja de forma constante implementando diferentes medidas. Con el objetivo de intentar reducir la siniestralidad, ha hecho público un documento con las actuaciones que ha adoptado en las diferentes carreteras y que ha calificado como asequibles. Y es que la DGT ha buscado formas que no impliquen grandes cambios en la infraestructura viaria: modificaciones en las que no están incluidos los radares.

La DGT ha recopilado un total de 31 soluciones de bajo coste que ha dividido en cuatro categorías: elementos visuales y acústicos, medidas para la separación y delimitación de flujos de tráfico, medidas de ordenación y calmado del tráfico así como elementos de protección y advertencia. El fin último que persigue con ellas es minimizar daños y evitar los siniestros más habituales que tienen lugar en las intersecciones, adelantamientos o salirse de la calzada en las vías convencionales.

Carretera | PIXABAY

Entre todas ellas destacan cinco por su especial efectividad: cruces inteligentes, guías sonoras, pavimentos pigmentados, separación de los sentidos de circulación y protección de los pasos salvacunetas.

Protección de los pasos salvacunetas

La protección de los pasos salvacunetas reduce la mortalidad o las heridas graves en un 70% la siniestralidad. Este sistema suele ser un desnivel, un tubo o una pequeña estructura que da continuidad al drenaje longitudinal de la vía: el objetivo pasa por reconducir la trayectoria del vehículo que se ha salido de la vía para evitar un choque directo contra objetos situados detrás del paso.

Desplazamientos por carretera | Pixabay

Cruces inteligentes

Este sistema avisa de la proximidad de un vehículo en un cruce peligroso reduciendo, así, en un 50% la siniestralidad. A través de una serie de sensores, la señalización se activa para informar a los conductores que se mueven por la vía principal de que hay otro vehículo que pretende a efectuar la maniobra de cruce.

Separación de los sentidos de circulación

Reforzar la separación que existe entre los dos sentidos de una vía incrementando el ancho de la mediana ayuda a reducir la siniestralidad entre un 38 y un 40% gracias a un doble efecto: evita colisiones frontales o fronto-laterales y, además, el conductor percibe que la vía es más estrecha, reduce la velocidad y evita los adelantamientos. Un efecto que se consigue de dos maneras: instalando una barrera física o creando una zona enmarcada por dos líneas longitudinales cuyo interior destaca por ser de otro color o estar cebreado.

Coches conduciendo por carretera | PIXABAY

Pavimento pigmentado

Teñir la calzada de un color distinto al tono habitual ayuda a que el conductor incremente su atención en un tramo de vía que es especialmente peligroso. Este pequeño cambio reduce la siniestralidad, según diferentes estudios, en un 35%.

Guías sonoras

Presentes tanto en la mediana como en los márgenes, ayudan a evitar salidas de vía o invasiones del carril contrario entre un 18 y un 21%. Cuando un vehículo pasa por encima de estas marcas se produce una vibración o sonido, que alerta al conductor que, voluntariamente, ha desviado su trayectoria. Al mismo tiempo sirven para indicar la existencia de un tramo peligroso, reforzar el cumplimiento de una línea continua o proteger a los usuarios vulnerables que van por el arcén.