Hoy día los
sistemas multimedia a bordo son parte ya asumida del equipamiento de un coche moderno. Tener un navegador GPS que sea capaz de guiarnos con precisión a nuestro destino sin esfuerzo es algo que ya hemos aceptado con gusto. Sin embargo, no siempre ha sido así, y
los navegadores, tal y como los conocemos, no llevan tanto tiempo en nuestros coches como parece. Las grandes pantallas actuales a color, táctiles, de altísima resolución eran, hace décadas, algo...diferentes.
El primer
navegador que podríamos calificar como "moderno" vio la luz por primera vez hace nada más y nada menos que
36 años de la mano de la japonesa Honda, que lo bautizó como
Electro Gyrocator. Curiosamente, no utilizaba la señal de los satélites GPS como en la actualidad, sino que se "ubicaba" gracias a un
giroscopio de gas helio instalado en su interior. Los mapas eran en realidad "
transparencias" que el usuario tenía que cambiar cada pocos kilómetros, marcando además de forma manual la posición de partida. Ahora este sistema ha recibido el reconocimiento del IEEE -Institute of Electrical and Electronics Engineers- americano, un sistema que, en su momento,
tenía un coste superior al 25% del precio del único vehículo que lo podía equipar, el Honda Accord de segunda generación. Fuente:
Honda