Para su construcción se han empleado 400.000 toneladas de acero, el equivalente a 60 torres Eiffel
Una obra que ha costado 15.000 millones de dólares y gracias a la que, a partir de ahora, los vehículos recorrerán en 40 minutos lo que hoy les lleva más de cuatro horas.
China acaba de inaugurar el mayor viaducto del mundo en mar abierto y una de las obras faraónicas del país asiático que ve la luz tras años de retrasos y sobrecostes, a fin de comunica las regiones semiautónomas de Hong Kong y Macao con China continental.
Para su construcción se han empleado 400.000 toneladas de acero, el equivalente a 60 torres Eiffel, que se reparten entre los 55 kilómetros de longitud, de los que 30 kilómetros están levantados sobre mar abierto y 6,7 componen un túnel subterráneo instalado en las aguas del sur de China que permitirán que buques de mercancías y barcos de amplia envergadura sigan circulando.
A partir de ahora, los vehículos autorizados que podrán hacer uso público del viaducto, en el que habrá restricciones al tráfico de vehículos privados, recorrerán en 40 minutos lo que hoy les lleva más de cuatro horas.
El peaje de la colosal obra sigue siendo objeto de discusión incluso en su inauguración, ya que los críticos consideran que el gasto de la infraestructura, que superó los 15.000 millones de dólares, con un gasto extra de cerca del 26 %, será difícilmente recuperado.