El es el modelo de la firma japonesa más veterano a la venta en Europa pero a pesar de los años mantiene un buen nivel de ventas, algo lógico ahora que casi no quedan todoterrenos puros. En Frankfurt se presenta una actualización que lo hace un poco más apetecible. Entre otras cosas, Toyota ha introducido cambios importantes en su aspecto para que no se noten tanto los años que lleva en el mercado. El frontal es completamente nuevo, con ópticas, paragolpes y parrilla rediseñados mientras que los pilotos traseros, llantas y la paleta de colores también han sido revisados.
En el interior se ha modificado el salpicadero,
incluyendo una nueva consola central con mandos más sencillos de manejar, y un sistema multimedia con pantalla de ocho pulgadas y las últimas novedades en conectividad. Instrumentación y volante son otros elementos que han sufrido cambios.
#TeInteresa: La dotación puede ser realmente completa, destacando la alerta de objetos en ángulo muerto,
control de crucero adaptativo, asientos ventilados, lector de señales de tráfico, pilotos LED, techo solar, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, detector de peatones, etc.
En Europa la gama de motores se limitará al
2.8 diésel ya conocido que desarrolla 177 CV de potencia y que puede pedirse con cambio manual o automático, siempre con seis velocidades. Es una opción que destaca por su elevado par (420 Nm en el manual y 450 Nm en el automático).
En otros mercados también se ofrecerá un motor de gasolina con cuatro litros y 249 CV de potencia asociado a una caja automática, y en exclusiva para Ucrania un 2.7 con cuatro cilindros que desarrolla 207 CV.
En todos los casos la tracción es total a las cuatro ruedas.