Junto a la versión Scout,
Skoda presentará en el Salón del Automóvil de Ginebra una variante de corte más dinámica del que toma el apellido Sportline, misma denominación que utilizan las versiones deportivas del Superb. Con este lanzamiento parece que no habrá edición MonteCarlo para los dos modelos más grandes de la marca. La estética del Kodiaq Sportline se enriquece con más elementos completamente pintados en color carrocería y aquellos que habitualmente van cromados aquí se visten de negro brillante.
Las llantas de aleación de diseño exclusivo pueden ser de 19 ó 20 pulgadas mientras que las colas de escape van cromadas.
Otros elementos incluidos son los cristales sobretintados,
pedales de aluminio, asientos deportivos (con reglaje eléctrico y memoria en el caso del conductor), selector de modos de conducción, volante deportivo multifunción, retrovisores abatibles con mando eléctrico y umbral de puertas con moldura decorativa. También se incluirán sin coste extra el
climatizador automático, los retrovisores fotosensibles, sensor de luz y lluvia, paquete iluminación interior LED, pantalla MaxiDOT, alfombrillas específicas, detalles en alcántara, sistema de audio integrado con bluetooth y USB, etc.
Las motorización disponibles serán cuatro, dos de gasolina y dos diésel. Los primeros son los conocidos
1.4 TSI con 150 CV y 2.0 TSI con 180 CV, en ambos casos con el sistema de tracción total a las cuatro ruedas. En diésel se podrán adquirir con los
2.0 TDI de 150 y 190 CV, también con tracción total a las cuatro ruedas. En todos se incluye el sistema Stop&Start de serie y en los más potentes la caja de doble DSG, siendo opcional en las unidades con 150 CV.