En cuestión de unos meses se podrán adquirir en el mercado español
los renovados que destacarán por introducir cambios en su aspecto exterior y en el habitáculo, además de añadir mejoras de equipamiento. En el frontal estrena ópticas con un
diseño más agresivo, paragolpes y un capó que rebaja su altura en 20mm. En la zaga incluye nuevos pilotos con tecnología LED, un
difusor inferior en color negro y en el caso de los acabados más deportivos, un nuevo alerón posterior.
En el interior resulta interesante que Ford haya añadido una nueva
instrumentación completamente configurable, un elemento que posiblemente en los próximos meses se convierta en algo muy común (el renovado Serie 4, Golf, León, etc ya lo han anunciado). Ford ha querido
aumentar la sensación de calidad sumando plásticos acolchados en un mayor número de superficies. También resultará más cómodo al contar con cambios en el tarado de la suspensión y la reducción del ruido que se cuida en el interior.
Entre el equipamiento que podrán sumar hay que citar el detector de peatones,
sistema de frenada automática en ciudad, alerta pre-colisión, alerta de distancia, asistente de cambio de carril involuntario y equipos de sonido con la última evolución del SYNC. La oferta de motores se mantendrá en Europa como hasta ahora,
con los 2.3 Ecoboost y 5.0 V8 como únicas opciones. Estos mismos bloques serán los que se conserven en otras regiones dado que la firma ha decidido cesar la venta del 3.7 V6.