POR SEGURIDAD
En esta época del año hay menos horas de luz y es más frecuente circular de noche, un escenario en el que las luces son fundamentales y obligatorias.
En invierno las horas de luz son escasas y aunque desde finales de diciembre el día comienza a ganar terreno a la noche, es habitual (y, prácticamente, inevitable) conducir cuando el sol ya se ha marchado. En este escenario las luces se convierten en algo fundamental: razón de más para tener presente cómo utilizarlas correctamente. VER VÍDEO.
Los grupos ópticos son uno de los elementos de seguridad activa más antiguos y no activarlos de manera adecuada está sancionado. El reglamento castiga los descuidos con la iluminación con multas que pueden ir de los 80 hasta los 200 euros. Para evitar este imprevisto económico y, sobre todo, para no cometer errores que pongan en peligro tanto nuestra seguridad como la del resto de usuarios de la vía, no está de más recordar las funciones y el uso de las luces del coche.
Cómo usar las luces del coche en invierno
Su misión es doble: mejorar la visibilidad al volante cuando no hay luz suficiente o cuando las condiciones meteorológicas no son las mejores e informar de nuestra presencia y de nuestros movimientos a los demás.
Intermitentes
El objetivo de los intermitentes es señalizar los movimientos de los coches en la carretera y para ello deben usarse. A ello hay que añadir los ‘warning’ que se emplean para indicar que vamos a parar de forma irregular o que hay una avería.
Luces de posición
Como su propio nombre indica informan sobre la posición del vehículo y su anchura. Van de la mano de las cortas, las largas y las antiniebla.
Luces cortas
Hay que activarlas de día cuando haya niebla, lluvia, nieve o nubes de polvo o humo y de noche son obligatorias, igual que en túneles, carriles reversibles, adicionales y en los habilitados para circular en sentido contrario.
Luces largas
Su correcto uso implica encenderlas sólo de noche para circular por aquellas carreteras poco iluminadas, cuando no veamos una matrícula a diez metros o un coche oscuro a cincuenta metros. Recuerda que en el momento en el que riesgo de deslumbrar a otros usuarios hay que cambiarlas por las cortas y que no es aconsejable emplearlas cuando haya niebla o lluvia porque generan reflejos.
Luces antiniebla
Las delanteras son un refuerzo luminoso cuando la visibilidad es escasa a causa del tiempo mientras que los traseros hay que activarlos sólo cuando las condiciones son especialmente desfavorables: en otras situaciones resultan molestos y deslumbran al resto de conductores.