Antes de que termine el año
Ford comenzará la comercialización del renovado , un industrial vestido con sus mejores galas para acercarse al segmento de los monovolumen y de paso robar unas cuantas ventas a los Peugeot Traveller, Volkswagen Multivan y Mercedes Viano entre otros. En su exterior estrena
un frontal completamente rediseñado en el que se integra la nueva parrilla, grupos ópticos más grandes con luz diurna por LEDs y xenón, diseño de llantas de aleación actualizado, paleta de colores más atractiva y paragolpes más envolventes.
En el interior el salpicadero se ha modificado casi al completo, añadiendo más huecos porta-objetos (con tapa),
un sistema multimedia con pantalla tipo tableta con ocho pulgadas y compatible con Apple Car Play, Android Auto y Mirror Link, cámara posterior, una instrumentación mejorada o materiales de mayor calidad. El equipamiento contempla elementos como el detector de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás,
lector de señales de tráfico, alerta de cambio de carril involuntario, cristales tintados, climatizador independiente, control de crucero adaptativo, detector de peatones, frenada automática de emergencia, etc.
La gama de motores seguirá contando con los mejorados
2.0 TDCI EcoBlue con potencias que oscilan entre los 105 y 170 CV. Según la opción elegida podrán ir asociados a una caja de cambios manual de seis velocidades o bien a la transmisión de doble embrague Powershift.