¿MÁS PRESIÓN A LA INDUSTRIA?
Los coches equipados con motor de combustión parecen tener su destino sellado y las propuestas hablan incluso de limitar su publicidad.
Seguro que ya sabes que en los últimos meses hemos vivido momentos convulsos en la industria del automóvil. Es evidente que en la actualidad los fabricantes de automóviles están viviendo, por norma general, un momento "complicado" debido a la crisis de semiconductores que estamos atravesando y que, lamentablemente, no tiene visos de solucionarse al menos en un corto plazo de tiempo. Este problema ha provocado, entre otros, que se alarguen de manera sustancial los plazos de espera a la hora de adquirir un coche nuevo o que, incluso, éste no llegue con todo el equipamiento solicitado.
Por si fuera poco, a esta situación cuanto menos adversa los fabricantes de automóviles tienen que sumar, al menos en Europa, las diferentes normativas anticontaminación que terminarán, en 2035, con la norma que prohíbe directamente la venta de vehículos que estén equipados con motores que emitan CO2 durante su funcionamiento, lo que de facto supone la retirada definitiva de los motores térmicos de la venta.
Los coches de combustión, cada vez más cuestionados
El último planteamiento para limitar la popularidad de unos vehículos, los equipados con un motor térmico, que aún a día de hoy suponen la inmensa mayoría del parque automovilístico nacional, ha llegado de la mano de Más País-Equo, la formación política liderada por Iñigo Errejón e Inés Sabanes, que ha registrado en el Congreso de los Diputados una propuesta mediante la cual se limitaría la publicidad de vehículos equipados con motor térmico a partir de 2025.
De esta manera, a partir de 2025 (dentro de 3 años) quedaría prohibida la publicidad de este tipo de vehículos en los medios de comunicación, vallas publicitarias y publicaciones académicas. La propuesta no se queda aquí, ya que Más País-Equo propone también que en 2027 este tipo de vehículos no pueda vincularse a un patrocinio deportivo, cultural, educativo o científico, tampoco a ningún evento público. Es, de hecho, el mismo tratamiento a nivel público que reciben tanto las bebidas de alta graduación alcohólica como el tabaco.
Según la formación política, la eliminación de su publicidad y patrocinio aumentaría la sensibilización de la opinión pública sobre este tipo de vehículos, aunque hay que tener en cuenta que se trata de la industria que, al menos en España, más dinero invierte en publicidad, con presupuestos anuales de varios cientos de millones de euros.
También te puede interesar: La ONU propone el año 2035 para el fin de la producción de vehículos de combustión