8 CONSEJOS
Las bajas temperaturas no sólo afectan a la integridad física de las ruedas, también provocan que su presión baje más de la cuenta.
Hay determinados elementos del coche que sufren más con las altas temperaturas y otros que hacen lo propio cuando bajan los grados. Algunos se resienten en ambas épocas del año: las ruedas son el mejor ejemplo de ello. Ahora debemos prestarles más atención porque una de las consecuencias es la pérdida de adherencia que merma la seguridad al volante. Así hay que cuidar los neumáticos en invierno para ahorrarte más de un susto.
Cuando el vehículo pasa mucho tiempo aparcado en el exterior y, sobre todo, en zonas poco resguardadas el frío incide de manera directa en los neumáticos y en su comportamiento. Por lo tanto, cobra especial importancia revisar que están en buen estado, mirar la presión y echar un vistazo al dibujo para comprobar que la profundidad está por encima del límite legal de 1,6 milímetros.
La razón la encontramos en su composición. Las ruedas están hechas de caucho y este es un material muy sensible a la temperatura: cuando hay menos de diez grados, la elasticidad de la goma se reduce y esto afecta a la integridad física de la rueda. Tal y como explica Confortauto Hankook, este proceso acelera el deterioro, reduce la flexibilidad, limita la amortiguación y la capacidad de adherencia al asfalto.
A esto hay que añadir que cuanto más baja sea la temperatura, más presión perderá el neumático: por cada cinco grados de reducción, la presión caerá 0,07 bares. Circular con las ruedas por debajo de la cifra adecuada hace que aumente la distancia de frenado, la resistencia a la rodadura y el consumo (hasta un 2% más). Además reduce el agarre en las curvas.
8 consejos para cuidar tus ruedas
Debido a esto, Confortauto Hankook facilita a los conductores 8 consejos para cuidar los neumáticos en invierno, frenar su deterioro e intentar que las bajas temperaturas no afecten en exceso a su estado:
1. Realiza una revisión exhaustiva antes y después de la época invernal.
2. Comprueba la presión, como mínimo, una vez al mes.
3. Controla la profundidad del dibujo: el mínimo legal es 1,6 mm.
4. Verifica el equilibrado.
5. Echa un vistazo para ver si hay daños en la goma.
6. Examina la alineación.
7. Vigila las válvulas y los tapones de los neumáticos.
8. Conduce con suavidad.