UNA MEDIDA DE ALIVIO TEMPORAL
El uso de las autopistas de peaje es, por norma general, mucho menor al de las vías rápidas en las que no hay que pagar. Sin embargo, son una muy buena solución a la hora de repartir de manera equitativa y segura la carga de tráfico.
En nuestro país es posible distinguir entre vías rápidas de tipo 'gratuito', es decir, aquellas que para su uso no es necesario abonar ningún tipo de cantidad de dinero de manera directa, y aquellas consideradas 'de peaje' o 'de pago', en las que se cobra una cuota por poder circular. Éstas últimas, por norma general, suelen contar con un volumen de tráfico significativamente inferior al que soportan a diario las vías de paso libre.
Las autopistas de peaje son un tema que en los últimos meses ha estado de actualidad: la posibilidad -real- de la creación de un sistema de "pago por uso" en el que todas las vías rápidas pasasen a ser de pago con el fin de soportar los enormes gastos derivados de su uso y su mantenimiento ha hecho que muchos conductores comiencen a valorar la idea de pasarse a las carreteras convencionales, aunque es cierto que la llegada de ese sistema de pago por uso parece aún lejano en el tiempo.
Sin embargo, el Ministerio de Transportes ha decidido abaratar el coste de uso de algunos tramos de autopistas de peaje con efecto inmediato, en concreto en tres vías de alta capacidad que hasta la fecha contaban con un volumen de tráfico muy reducido y que a partir de ahora deberían notar un progresivo aumento en el número de vehículos que circulan por ellas. Eso sí, se trata de una reducción de coste temporal, con fecha de caducidad: el futuro 31 de diciembre de 2024.
Las tres autopistas de peaje que ya no cuestan dinero
Las tres autopistas de peaje que reciben la bonificación son la AP-41, que une Madrid y Toledo, la R-5 (entre Madrid y Navalcarnero) y la R-2 entre Madrid y Guadalajara. La SEITT (Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre) asumió la gestión de las tres vías hace ya unos años, siendo ahora la encargada de aplicar estos importantes descuentos que, eso sí, no serán iguales para todos los usuarios o vehículos:
Con estas medidas se persigue, principalmente, un objetivo: distribuir de manera mucho más uniforme el tráfico rodado entre las vías de peaje y aquellas que no son de pago, reduciendo embotellamientos y mejorando la fluidez del tráfico en vías que, de manera habitual, cuentan con un nivel de tráfico muy elevado.