Cómo actuar de forma segura ante un imprevisto en la carretera
Una avería en pleno viaje puede suponer un fastidio, pero si no sabemos actuar, también un peligro.
Cuando nos ponemos a planificar un viaje por carretera, nunca pensamos en una posible avería, en un fallo que nos de lugar a una situación de emergencia. Sin embargo, es más que recomendable saber cómo reaccionar en caso de una situación de peligro, una situación que entrañe riesgo tanto para nosotros como para el resto de usuarios de la vía.
Al fin y al cabo, se trata de nuestra seguridad, ¿no? Reaccionar de forma correcta ante un imprevisto, hacerlo de forma diligente y eficaz puede marcar la diferencia entre limitar la actuación a una "anécdota" o que la situación se convierta en algo mucho más serio. Si circulando nos encontramos, por ejemplo, ante una colisión de otro vehículo, debemos, en primer lugar, ponernos a resguardo.
Una vez nosotros (y nuestro vehículo) ya no supone ningún riesgo para el resto de vehículos, intentar socorrer en la medida de lo posible a los afectados, siempre teniendo en cuenta que no debemos exponerlos a ningún peligro ni ocasionarles ningún tipo de lesión por culpa de nuestra actuación. Avisar rápidamente a los servicios de emergencia aportando todos los datos posibles aportará información valiosísima.
Pero, ¿qué pasa si somos nosotros los afectados? Si, por ejemplo, sufrimos un reventón en plena circulación, es conveniente mantener agarrado firmemente el volante y reducir la velocidad con suavidad, apartándonos de la circulación. Si el motor de nuestro vehículo se detiene de forma súbita y nos quedamos sin frenos ni dirección, detener el vehículo a la mayor brevedad es fundamental, siempre teniendo en cuenta las condiciones de los vehículos que nos preceden. Poner a resguardo al resto de ocupantes es básico, siempre por detrás de alguna barrera de protección como árboles o quitamiedos.