El V8 de 6.75 litros entró en producción a finales de la década de los cincuenta
Bentley todavía no ha confirmado que vaya a haber un sustituto dentro de su gama del Mulsanne, quedándose el Flying Spur como nueva referencia
Cada vez que uno de los vehículos del fabricante británico deja de producirse se convierte en un día especial marcado para la industria automotriz. Bentley ha tomado la decisión de cesar la producción del Bentley Mulsanne y es por ello que estas últimas unidades pasan automáticamente a ser especiales al ser los últimos modelos ensamblados por los de Crewe que montaban el icónico V8 de 6.75 litros con dos turbos en paralelo.
¿Por qué tanta importancia a un propulsor de estas características? Este ocho cilindros en V se ha ganado por derecho propio el pasar a los libros que recogen la historia del Bentley al tratarse del más longevo, el que más han empleado a lo largo de los años, por lo que hablamos de la despedida de una de las mecánicas más recurridas por el fabricantes. En total más de seis décadas (entró en producción en el año 1959) para un motor que ha pasado prácticamente por el vano de todos los grandes vehículos producidos por Bentley.
Curiosamente Bentley no nos está mostrando el último Bentley Mulsanne producido, sino el penúltimo, prefiriendo mantener en el anonimato la unidad que ha terminado por cerrar el molde. Por lo tanto, este Bentley Mulsanne 6.75 Edition by Mulliner es la penúltima que disfrutará algún adinerado comprador, con su característica carrocería bitono en la que destaca la presencia del Oro Rosa y del Tungsteno, procedentes de la exclusiva paleta de colores del preparador asociado a la marca.
El Bentley Mulsanne se presentó con toda la pompa y boato en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach en 2009 y según la compañía se han fabricado a mano más de 7.300 unidades desde que entrara en producción hace una década, 30 unidades han sido precisamente de este Edition by Mulliner sobre la base del modelo Speed.
El Bentley Flying Spur se quedará al frente de la gama de la firma, pero en este caso tiene como propulsor un 6.0 W12 de gasolina y dos turbos, capaz de desarrollar 635 CV de potencia y 900 Nm de par motor máximo. Ahora falta por ver si llegará otro modelo para ocupar el hueco dejado por el Mulsanne.