SEGÚN UN ESTUDIO FACILITARÍA LA CIRCULACIÓN
Los semáforos son fundamentales para regular el flujo de vehículos y peatones en las vías, facilitando el orden y la seguridad. Rojo, Ámbar y Verde son los colores que conocemos en los semáforos, pero, según un estudio, podría haber una cuarta luz en un futuro próximo.
Los semáforos son necesarios para regular la circulación y evitar accidentes. Sin ellos, sería imposible el tránsito peatonal y que los desplazamientos en coche se realizaran de forma correcta. Además, el número de accidentes aumentaría considerablemente.
Los semáforos se inventaron hace años. El primer semáforo, diseñado por John Peake Knight, se colocó en Londres en 1868 y tomó como referencia para su diseño las señales luminosas que regulaban el paso de trenes.
Años más tarde, con el aumento de vehículos, en 1914 Garrett Augustus Morgan instaló en Estados Unidos el que definirían como el "primer semáforo moderno" compuesto por un altavoz que emitía diferentes sonidos y unas luces rojas y verdes, colocadas sobre unos soportes con forma de brazo. En 1920, el zumbido se sustituyó por la luz de color ámbar gracias a un nuevo diseño de William Potts, y los semáforos se instalaron en Detroit.
A nuestro país no llegaron hasta 1926. En Madrid se colocó el primer semáforo, concretamente, entre el cruce de las calles Gran Vía con Alcalá. La prensa se hizo eco de su llegada y recogían dicho acontecimiento como 'Los faros luminosos-gran regocijo del público'.
Los semáforos podrían tener cuatro colores
El semáforo más común es el que cuenta con tres luces: roja, ámbar y verde. Cuando se ilumina, el rojo indica a los vehículos y peatones que deben parar, el ámbar obliga a los conductores a extremar la precaución, y el verde que pueden continuar. Sin embargo, en un futuro no muy lejano podríamos empezar a ver en los semáforos una nueva luz: la blanca.
Un estudio publicado por unos investigadores de la Universidad de Carolina de Norte, EE UU, confirma que agregar una luz blanca a un semáforo podría ayudar a reducir la contaminación y mejorar el tráfico. Dicho color está pensando para los vehículos autónomos sin conductor. Añadir una luz extra a los semáforos, permitiría la comunicación entre coches autónomos y vehículos conducidos por personas.
El funcionamiento de la luz blanca en un semáforo sería sencillo: si un vehículo autónomo se aproxima a una intersección, el semáforo se pondrá en blanco y los coches conducidos por humanos deberan copiar sus movimientos. Por ejemplo, si el vehículo autónomo se para, deberían pararse y si avanza o frena, también. Y, ¿qué ocurriría si en un cruce solo hay vehículos autónomos con un semáforo de cuatro colores? Pues, se activaría, directamene, la luz blanca para evitar problemas.