Una opción es trasladarse a los Países Bajos
Hasta que llegue el acuerdo comercial entre Reino Unido y Europa, la incertidumbre está servida y las marcas ya han empezado a tomar sus primeras decisiones. El desarrollo del nuevo Mini ha echado el freno de mano.
La salida de Reino Unido de la Unión Europea es un movimiento a gran escala que ya está teniendo sus primeras repercusiones. El sector del automóvil es un buen ejemplo de ello. La incertidumbre sobre lo que está por llegar en los próximos meses ha llevado a algunos fabricantes a tomar medidas. No en vano, tal y como informa Autonews, BMW se ha visto obligada a retrasar la que será la cuarta generación del Mini y una de las razones es el Brexit.
Como es lógico, Europa y Reino Unido están condenados a entenderse en términos comerciales y todos dan por hecho que el acuerdo llegará, pero hasta que eso ocurra (y puede que también después) habrá más de un quebradero de cabeza para los fabricantes de coches. A lo largo de 2020 y mientras se negocia ese acuerdo, las actuales reglas comerciales seguirán vigentes. ¿Qué pasará después? Pueden llegar los aranceles sobre los diferentes productos que crucen la frontera en ambos sentidos.
“Si los aranceles se mantiene en un rango entre el cero y el 5%, a nivel comercial las cosas no cambiarían drásticamente”. Estas fueron las declaraciones que Oliver Zipse, CEO de BMW, hizo en 2019. La mayor parte de los modelos de Mini (incluyendo la nueva versión eléctrica) se fabrican en la planta de producción que la marca tiene en Oxford… con piezas importadas desde países de la Unión Europea. Además, esta instalación necesita una inyección económica para dar forma a los modelos de las próximas generaciones. BMW no parece estar dispuesta a hacer una inversión a gran escala arriesgando sus finanzas cuando la incertidumbre rodea a ese acuerdo entre Reino Unido y Europa.
Invertir en Reino Unido es “difícil”
Por lo tanto, la primera medida que ha tomado BMW ha sido retrasar el desarrollo la que será la cuarta generación del Mini. Así lo confirmó Maximilan Schoeberl, portavoz de la marca alemana: “La vida útil de esta plataforma se ha ampliado por razones de coste y debido al Brexit”. Como vemos, el Brexit no es el único motivo. No podemos olvidar que BMW está en plena transformación estratégica apostando por la electrificaciónde su gama y por la reducción de costes.
Maximilan Schoeberl explicó sus declaraciones señalando que la situación actual de Reino Unido hace que invertir allí a partir de ahora sea “difícil” y que la planta de Oxford tiene que desarrollar nuevas tecnologías de propulsión y para ello, debe ahorrar en otras áreas. A esto hay que añadir las cifras de Mini en 2019: vendió 346.639 modelos, lo que supone que sus ventas cayeron un 4,1%.
Países Bajos, una alternativa
Además de la fábrica de Oxford, Mini tiene otra en Born (Países Bajos). Una opción que ya está sobre la mesa por si los aranceles que podrían afectar a la importación de materiales y a la exportación de los coches hacia y desde Gran Bretaña son tan altos que la opción más viable es deslocalizar la producción y trasladarla a otro país. No sería la primera vez ya que, en su momento, BMW y Mini contrataron a VDL Nedcar para dar forma a sus modelos.